Las actas de una reunión del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), que tuvo lugar mientras el coronavirus comenzaba su silenciosa propagación por los países del Viejo Continente, revelaron una serie de retrasos, omisiones y errores de evaluación de los expertos europeos responsables de encarar la lucha contra el brote.
Esta agencia de la UE, cuya sede está en Estocolmo y que trabaja con agencias de salud públicas y privadas del continente, fue creada para tener una visión global de las enfermedades y pandemias, anticipar su evolución y proponer una serie de pautas para que los recursos médicos sean utilizados de forma eficiente.
No obstante, las actas de una la reunión que mantuvieron 30 expertos del consejo técnico asesor del organismo el 18 de febrero, a las que tuvo acceso el diario El País, mostraron que, en el caso de la pandemia del SARS-CoV-2, los científicos subestimaron los avisos sobre la peligrosidad del virus y evitaron discutir el diseño de medidas de control.
“Riesgo bajo”
En los mismos días en que la la epidemia estaba golpeando con toda su fuerza a China y tres días antes que se descubrieran los primeros focos de contagio en el norte de Italia, los expertos europeos calificaban de “bajo” el riesgo de infección para la población europea y de “bajo a moderado” el que amenazaba al sistema sanitario ya que los contagios locales —apenas 45 hasta ese momento— parecían ser "escasos”.
Solo el representante holandés dijo que el país podía "tener problemas con la capacidad de camas en los hospitales y que la principal preocupación es adoptar medidas que retrasen o mitiguen la epidemia”. Por su parte, Austria y Eslovaquia hicieron notar inconveniente de generar miedo entre la población y el representante español alertó del riesgo “de estigmatizar” a quienes se hacían pruebas diagnósticas, según consigna El País.
El representante de Alemania, por su parte, advirtió sobre los problemas de una estrategia de contención “porque las enfermedades no respetan las fronteras” y propuso que las autoridades empezaran a dar “recomendaciones”.
Asimismo, Mike Catchpole, jefe científico del ECDC, advirtió que “el virus se transmite muy bien” tras observar dos primeros brotes registrados en Europa.
Unas advertencias que no fueron escuchadas: en pocas semanas, el brote salió de control, infectando hasta la fecha a 1.908.708 personas y causando la muerte de 167.402.
Los sistemas sanitarios de países como Italia, España, Reino Unido, Francia y Bélgica colapsaron.
Pruebas masivas “insostenibles” y escasez de barbijos
El representante danés instó a ser “proactivo” y “estar preparado” ante el aumento de contagios en Japón y Vietnam y buscar el virus incluso en las personas con síntomas que no habían viajado a Wuhan, como se hacia hasta ese momento, para detectar los casos de transmisión comunitaria. Alemania se mostró el país más abierto a realizar pruebas masivas. El representante alemán dijo que en el país se "han distribuido protocolos de las pruebas PCR a más de 20 hospitales” y “realizado más de 1.000 pruebas”, mientras que otros países advertían que realizar testeos masivos podía ser “insostenible” para el sistema sanitario.
Los criterios se flexibilizaron recién el 25 de febrero, cuatro días después de los dos primeros muertos en Italia. Las pruebas masivas terminaron siendo una de las claves para que la respuesta de Alemania al Covid-19 fuera mucho más exitosa que la de sus países vecinos.
De la reunión también emergieron los problemas para abastecerse de equipos de protección individual para los trabajadores sanitarios ante el aumento de la demanda global.
Pese a las advertencias y los problemas detectados, los expertos quedaron para volver a discutir todo en las dos o tres semanas siguientes, cuando el virus ya se estaba propagando sin frenos por todo el continente.
El País recoge también la opinión de expertos que aseguran que el miedo a lo ocurrido con la gripe A, cuando luego se criticó a los Gobiernos por haber invertido en prevención, influyó en este sentido.
Qué es el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades
Creada en 2004, la agencia surgió a raíz de la desarticulada respuesta de la Unión Europea a la epidemia del SARS en 2003.
Esa epidemia reveló la necesidad de un organismo que coordinara las recomendaciones sobre cómo los gobiernos europeos deben responder a crisis similares.
La agencia establece entonces las medidas —como cuándo deben hacerse los tests a los pacientes— que deben ser adoptadas.
Gran parte del trabajo de la agencia se centra en anticipar o prever las epidemias. Cada día, a las seis de la mañana, el equipo del ECDC dedicado a las epidemias inicia su jornada. Fue este grupo el que detectó las señales del nuevo coronavirus antes de que las autoridades chinas lo anunciaran de forma oficial, y a principios de enero tuvieron los suficientes elementos como para activar su labor en modo de emergencia.
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