A medida que sigue en aumento el número de muertes por coronavirus y algunos estados de Estados Unidos comienzan a aliviar sus restricciones, un nuevo estudio sugiere que los hombres son más propensos a dejar sus máscaras faciales en casa.
En efecto, de acuerdo con un artículo publicado por The New York Post, los varones han demostrado menos predisposición que las mujeres a usar máscaras faciales, especialmente en los distritos en los que éstas no son obligatorias.
El artículo se basa en un estudio co-escrito por investigadores de la Universidad Middlesex de Londres, en el Reino Unido, y el Instituto de Investigación de Ciencias Matemáticas en Berkeley, California.
Esto, dicen los autores, sugiere que hacer que las máscaras sean obligatorias “tiene un efecto mayor en los hombres que en las mujeres”.
Al mismo tiempo, los hombres tienden a creer menos que podrían verse afectados gravemente por el COVID-19, a pesar de los datos que indican lo contrario, según la investigación.
“El hecho de que los hombres muestren menos intenciones de cubrirse la cara que las mujeres puede explicarse en parte por el hecho de que los hombres más que las mujeres creen que la enfermedad no los afectará relativamente”, escribieron los coautores Valerio Capraro y Hélène Barcelo.
Este hallazgo es “particularmente irónico”, continúa el estudio, ya que los hombres parecen verse más afectados por el virus: en países como China, Italia, España y en ciudades como Nueva York, los hombres han muerto de COVID-19 a tasas mucho más altas que lo hicieron las mujeres.
El estudio también determinó que los hombres han manifestado sentir emociones negativas al cubrirse la cara. “Los hombres más que las mujeres han expresado que usar una máscara para la cara es vergonzoso, que no es cool, que es un signo de debilidad y estigma; y estas diferencias de género también median a la hora de, concretamente, cubrirse la cara", escribieron Capraro y Barcelo.
La muestra del estudio fueron unas 2.459 personas reclutadas por Amazon Mechanical Turk, y fue definida como “bastante heterogénea” y representativa de las áreas urbanas, aunque no representativa en general.
Sobre esto, los autores afirmaron que los hombres estaban “ligeramente sobrerrepresentados” (51% frente a un 48% de mujeres), mientras que las personas entre las edades de 25 a 54, y los blancos estaban sobrerrepresentados.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) actualmente recomiendan el uso generalizado de máscaras faciales de tela (y no las máscaras médicas que piden reservar para los trabajadores de la salud) sobre la nariz y la boca al salir de la vivienda.
Otras encuestas anteriores también habían mostrado la relativa reticencia de los hombres a ponerse máscaras para protegerse contra COVID-19.
Entre ellas, un estudio de la Fundación Gallup/Knight realizada del 14 al 20 de abril pasado, por ejemplo, encontró que sólo el 29% de los hombres dijeron haber utilizado “siempre” máscara facial fuera de su hogar desde la recomendación de los CDC, en comparación con el 44% de las mujeres.
De acuerdo con el articulo de The New York Post, las diferencias de género en las medidas de protección ante las infecciones respiratorias también tienen algún precedente histórico: reportes de estudios similares mostraron que las mujeres tenían más probabilidades de usar máscaras faciales durante el brote de SARS y el brote de H1N1 en Hong Kong.
“Con respecto al género, se ha postulado que las mujeres generalmente están menos dispuestas a correr riesgos y, por lo tanto, cumplen más con el comportamiento preventivo que sus homólogos masculinos”, escribieron los autores.
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