El último informe del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, dijo que las milicias libanesas y no libanesas continúan operando en el país en violación de una resolución de 2004 que pedía al gobierno de Líbano extender su autoridad en todo el territorio y disolver a todos los grupos armados.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el pasado lunes, Guterres dijo que, si bien el gobierno del Líbano continuó con esos esfuerzos, “varios grupos en todo el espectro político" aún "poseen armas fuera del control del gobierno”. De todas estas, agregó, “Hezbollah es la milicia más fuertemente armada del país”.
La existencia de estos grupos son una violación de los Acuerdos de Taif que pusieron fin a la guerra civil en el país (1975-90) y de la resolución de la ONU de 2004.
Guterres dijo que continúa instando al gobierno y las fuerzas armadas del Líbano a “tomar todas las medidas necesarias para prohibir a Hezbollah y otros grupos armados que adquieran armas y desarrollen capacidad paramilitar fuera de la autoridad del estado”.
También instó a los países con estrechos vínculos con Hezbollah a "alentar la transformación del grupo en un partido político exclusivamente civil, así como su desarme”. El régimen de Irán es el principal financiador de Hezbollah, considerado un grupo terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y el resto de países occidentales.
Israel exige cambios en la misión de paz de la ONU
Por su parte, el embajador de Israel en la ONU dijo que su gobierno exige cambios importantes en la forma en que la misión de paz de la ONU en el sur del Líbano opera en el terreno y que cuenta con el apoyo de Estados Unidos.
El embajador Danny Danon dijo la semana pasada en un video informativo que Israel insistirá en que las fuerzas de paz que tengan acceso a todos los sitios, que tengan libertad de movimiento y que el Consejo de Seguridad de la ONU sea informado de inmediato cada vez que estén siendo bloqueadas.
La misión de mantenimiento de la paz en el sur del Líbano, conocida como Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FPNUL), se creó originalmente para supervisar la retirada de las tropas israelíes después de la invasión de 1978. La misión se extendió después de una guerra de 2006 entre Israel y las milicias de Hezbollah para que las fuerzas de paz pudieran desplegarse a lo largo de la frontera entre el Líbano e Israel y ayudar así a las tropas libanesas a extender su autoridad al sur de su país por primera vez en décadas.
Israel ha acusado repetidamente a las milicias de Hezbollah de impedir, respaldadas por Irán, que las fuerzas de paz cumplan con su mandato.
“Hemos visto que lentamente hay menos lugares que las tropas en la operación de mantenimiento de la paz pueden viajar en el sur del Líbano”, dijo Danon. “Por eso queremos que tengan plena libertad de movimiento”.
La FPNUL incluye más de 9.400 tropas terrestres y más de 850 efectivos de personal naval en una Fuerza de Tarea Marítima. Su presupuesto de julio de 2018 a junio de 2019 fue de 474 millones de dólares.
Danon dijo que Israel sabe que en muchas ocasiones las tropas de la FPNUL no han podido ingresar a sitios sospechosos “y en el pasado probamos que Hezbollah está cavando túneles, están trayendo armas a la frontera, y solo en las últimas semanas tuvimos tuvo algunos incidentes en la frontera”.
Danon dijo que Israel continuará presionando por reformas antes de que el mandato de la FPNUL se renueve durante el verano y explicará la posición de Israel a los miembros del Consejo. Además agregó que Israel está agradecido por el fuerte apoyo de la embajadora estadounidense Kelly Craft.
Líbano reimpone el confinamiento total el coronavirus
Líbano, en tanto, anunció este lunes que los ciudadanos deberán permanecer confinados hasta el final de esta semana como medida para frenar los contagios de coronavirus tras un repunte en los casos.
El presidente del Líbano, Michel Aoun, decretó que el miércoles por la noche hasta el próximo lunes por la mañana los ciudadanos sólo podrán abandonar sus casas para “necesidades urgentes”.
Durante esos cuatro días, abrirán los comercios esenciales y algunos sectores industriales, pero cerrarán el resto de actividades, lo que supone una vuelta atrás para el país mediterráneo, donde habían reabierto recientemente cafeterías y otros locales.
El Líbano ha registrado 870 contagios de la COVID-19 desde el pasado 21 de febrero, entre ellos 26 fallecidos, pero más de 100 casos han sido confirmados en los últimos cuatro días.
Además, el Ejército libanés detectó hace dos días 13 casos de coronavirus en las instalaciones del tribunal militar.
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