El Reino Unido reportó 428 nuevas muertes por coronavirus, así como 3.446 nuevos contagios, un día después de que Inglaterra iniciara la desescalada de las medidas de confinamiento de la población.
En total, el balance oficial se elevó a 33.614 víctimas mortales con diagnóstico confirmado de coronavirus desde que comenzó la pandemia (el segundo país con más fallecidos en el mundo), según los datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad, mientras que los casos suman 233.151.
En las últimas 24 horas ha llevado a cabo 126.064 tests, la jornada con más pruebas en lo que va de la crisis.
Las imágenes de vagones de metro y autobuses más llenos que hasta ahora, especialmente en Londres, han provocado críticas por la dificultad de mantener la distancia de seguridad entre personas recomendada en el transporte público, tras el proceso de reinicio de actividades ordenado por el gobierno.
Escocia, Gales e Irlanda del Norte consideran prematura la desescalada, por lo que se han desmarcado de la hoja de ruta del primer ministro británico, Boris Johnson, y continúan recomendando a los trabajadores no esenciales que permanezcan en sus casas.
La revista científica “The Lancet” publicó el miércoles un estudio que alerta de que millones de trabajadores británicos con patologías previas corren un alto riesgo al regresar al trabajo si no se aplican medidas adecuadas.
Científicos del University College London llaman la atención por el hecho de que las personas con diabetes, problemas respiratorios moderados, cardiovasculares y con obesidad no han sido incluidas en el grupo de riesgo que debe mantenerse aislado en sus domicilios, y por lo tanto, han tenido que regresar al trabajo si no podían desarrollar su actividad de manera telemática.
El Gobierno considera personas de máximo riesgo a un colectivo de unas 2,5 millones de personas, que incluye a inmunodeprimidos, pacientes de cáncer bajo tratamiento, personas con asma severo y embarazadas con problemas cardiovasculares graves, entre otros.
(Con información de EFE)