Italia festeja este sábado la primera buena noticia de su infausto 2020. Silvia Romano, una voluntaria de 25 años secuestrada hace 17 meses en Kenia por un grupo yihadista, ha sido liberada.
“Fui fuerte y resistí”, fueron sus primeras palabras tras el anuncio. “Me encuentro bien y no veo la hora de regresar a Italia”.
“Silvia, te esperamos”, escribió por su parte el primer ministro Giuseppe Conte al dar la noticia en Twitter.
La noticia, inesperada después de meses de silencio sobre el caso, fue recibida con una explosión de alegría, en un momento en que Italia aún llora los más de 30 mil muertos causados por la pandemia de coronavirus.
En el barrio de Milán donde Silvia vivía se desataron los cantos desde los balcones. Los vecinos entonaron sus canciones favoritas y el himno nacional. La iglesia local hizo sonar sus campanas. Las redes sociales estallaron. Varios usuarios recordaron a Giuseppe Civati, el político que cada día desde Twitter enviaba un mensaje recordando el caso de Silvia y pidiendo su liberación.
“Siento tanta felicidad que no me importa más nada, sólo quiero abrazar a nuestra Silvia después de 17 meses, estuve contando los días”, dijo el padre Enzo.
“Estoy feliz, aturdida, no me lo esperaba”, agregó la madre Francesca Fumagalli.
El secuestro y la liberación
Silvia Romano había sido secuestrada el 20 de noviembre de 2018 en Chakama, un pueblo a 80 kilómetros de Malindi, en Kenia. Allí trabajaba como voluntaria en un programa de atención a niños abandonados con la ONG italiana “Africa Milele”. Los secuestradores irrumpieron en la sede de la ONG armados con rifles y machetes.
En un primer momento los investigadores seguían la hipótesis de un secuestro común. Pero luego se supo que los secuestradores trabajaban para Al-Shabaab, la rama somalí de Al Qaeda, y que la joven había sido trasladada de Kenia e Somalía y entregada al grupo yihadista.
Después fueron meses de silencio e incertidumbre sobre el paradero y las condiciones de la voluntaria. Hace un año se había difundido el rumor según el cual Romano había muerto por una infección. Sin embargo, según la Inteligencia italiana, esos rumores tenían el objetivo de aumentar el precio del rescate. Mientras tanto, tres de los secuestradores habían sido detenidos y estaban siendo juzgados en Kenia.
Hace seis meses, en noviembre, una primera prueba de vida entregada por los yihadistas alimentó las esperanzas. Entonces comenzaron las negociaciones con los secuestradores, llevadas adelante por la Agencia de Informaciones y Seguridad Externa (AISE, por sus siglas en italiano) a cargo del general Luciano Carta.
Hace 20 días, tres la entrega de una nueva prueba de vida, las negociaciones se intensificaron. A los agentes secretos que ya estaban en las zona, se sumaron otros especialistas recién llegados de Roma, según reconstruyeron medios italianos.
La entrega se concretó en la madrugada del sábado en un lugar a 30 kilómetros de Mogadiscio. La operación fue realizada en conjunto con los servicios secretos de Somalía y Turquía (en Somalía, Ankara maneja una gran base militar donde las fuerzas turcas entrenan a los militares somalíes) y se vio complicada por la ola de inundaciones que en los últimos días golpearon la zona en la que Silvia Romano estaba cautiva.
Según fuentes de inteligencia italiana, Romano está ahora “en un lugar seguro”. Tras ser liberada, fue llevada a una base de las fuerzas internacionales en Mogadiscio; luego fue trasladada a una sede de la embajada italiana en la capital somalí.
“Recién la vi, me parece que se encuentra bien, tanto desde el punto de vista físico como psicológico”, dijo el embajador italiano en Somalía, Alberto Vecchi. “Es una chica muy fuerte, muy capaz, me parece que aguantó muy bien”.
Este domingo a las 14 horas, Silvia Romano regresará a su casa.
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