Las muertes por COVID-19 en el Reino Unido ascendieron este sábado a 31.587, tras sumar 346 en 24 horas, con lo que el país se mantiene como el más castigado por la pandemia en Europa, informó el Gobierno británico.
En la rueda de prensa diaria, el ministro de Transporte, Grant Shapps, instó a la población a respetar las medidas de confinamiento hasta que el primer ministro conservador, Boris Johnson, explique el domingo su plan de desescalada.
El periódico The Times publica hoy que, entre otras medidas, el Gobierno podría imponer una cuarentena de 14 días a los viajeros que lleguen al Reino Unido de cualquier país menos Irlanda.
El Ejecutivo ha adelantado no obstante que no habrá cambios “radicales” para la población a corto plazo; las modificaciones, según la prensa, podrían incluir la reapertura de los centros de jardinería y mayor flexibilidad en el ejercicio diario.
Shapps dijo hoy que, de cara a la reapertura progresiva de la economía y el retorno al trabajo, el Gobierno pondrá en marcha “un plan nacional de ciclismo”, dotado con 2.000 millones de libras (o 2.300 millones de euros) hasta 2025, para mejorar los carriles bici y alentar los desplazamientos a pie o en bicicleta, a fin de reducir el uso del transporte público.
Ante las conjeturas de una posible reapertura de los colegios, los sindicatos de educación han advertido hoy de que no debe hacerse hasta que los científicos aseguren que no hay riesgo de propagación del virus y se cumplan una serie de requisitos para garantizar la seguridad del personal y los alumnos, como mejorar la limpieza y proveer material de protección personal.
(Con información de EFE)
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