El gobierno del Reino Unido señaló que no hay garantías de que se encuentre en el corto o mediano plazo una vacuna contra el coronavirus, por lo que advirtió que en ese caso habrá que aprender a vivir con el riesgo de la enfermedad.
El secretario de Salud, Matt Hancock, habló sobre el posible levantamiento de restricciones en territorio británico, ya que las medidas comenzarían a relajarse desde la próxima semana.
“Si no se puede encontrar una vacuna, entonces tenemos que aprender a encontrar una manera de vivir con este virus, lo que significa reducir los números y mantenerlos bajos”, indicó en entrevista con Sky News.
Según explicó Hancock, esta “convivencia” con la enfermedad se trata de “reducir los números (de contagios y muertes) y mantenerlos bajos a través de, por ejemplo, pruebas a escala masiva y luego rastrear el virus a través de una combinación de tecnología y rastreadores de contacto humano”.
Por ahora, un puñado de estudios clínicos que buscan dar con una fórmula contra el coronavirus ya están en la fase de pruebas en humanos, pero todavía se trata de investigaciones reducidas y los pronósticos más optimistas hablan de una producción a gran escala para 2021.
Reino Unido es el segundo país del mundo con más víctimas fatales, cerca de 30 mil, solo superado por Estados Unidos, según las estadísticas oficiales de cada país. El recuento del ministerio de Sanidad se disparó hace una semana cuando este comenzó a sumar las muertes por covid-19 en domicilios y residencias de ancianos a sus balances diarios en centros hospitalarios.
El ministro explicó que las medidas podrían ser levantadas aún sin un programa de vacunación contra el Covid-19, siempre que la curva se mantenga baja, incluso en los grupos de riesgo. “Si tenemos éxito en hacer eso, seremos capaces de tomar consejos clínicos sobre si es seguro para los que están bajo recomendación de resguardo, por ejemplo, para abrazar a sus nietos. Eso es lo que tengo en mente”, añadió Hancock.
El funcionario, quien respondió a preguntas del público, negó que el gobierno de Boris Johnson haya “sacrificado” a los residentes de centros para ancianos para proteger al sistema público de hospitales, pero reconoció que la falta de capacidad impidió atender a todos los pacientes con casos confirmados, y la falta de pruebas de diagnóstico podría haber hecho que portadores del coronavirus vuelvan a los geriátricos.
Se espera que el domingo Boris Johnson anuncie detalles sobre las fases de reapertura, que comenzarían el lunes siguiente. Hancock adelantó que algunos cafés podrían utilizar más las mesas al aire libre durante los meses de verano.
Evolución de las medidas
La estrategia inicial del gobierno británico consistió en insistir sobre la importancia de lavarse las manos y rastrear los contactos de los primeros infectados. Pero tras un alarmante informe del Imperial College London, según el cual perseguir una inmunidad colectiva conllevaría hasta 250.000 muertes, Johnson cambió de rumbo.
Optó primero por un tímido distanciamiento social. Después, intensificó su respuesta, ordenando el cierre de escuelas, restaurantes, gimnasios o cines. Tres días más tarde, imponía el confinamiento general.
Decretada inicialmente por tres semanas, esta medida fue prolongada hasta el 7 de mayo y aunque Johnson debe anunciar este domingo su "hoja de ruta" para reactivar la economía se prevé que el distanciamiento social se prolongue mucho más.
Bajo creciente presión para encontrar una estrategia a largo plazo, el país quiere volver al rastreo de contactos.
(Con información de AFP)
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