Una campaña de recaudación de fondos en línea, impulsada por la Unión Europea, cosechó este lunes 7.400 millones de euros (unos 8.070 millones de dólares) para financiar el desarrollo de una vacuna contra el nuevo coronavirus, pese a que Washington rechazó participar en la iniciativa.
“Lo conseguimos. Logramos 7.400 millones de euros” de contribuciones, anunció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al precisar que la estrella del pop Madonna acababa de contribuir con un millón de dólares para la campaña, cuyo objetivo era recaudar 7.500 millones de euros.
La campaña había empezado a las 15:00 (13:00 GMT) con el anuncio de una contribución de 1.000 millones de euros por parte de la Comisión Europea, que organizó la iniciativa. A esta le siguieron Francia y Alemania con donaciones respectivas de 500 y 525 millones de euros.
Ante el anuncio de Von der Leyen, la Organización Mundial de la Salud afirmó que la campaña constituyó una “poderosa” muestra de la “solidaridad mundial”.
Una vacuna es “nuestra mejor oportunidad colectiva para vencer al virus”, había destacado al inicio de la maratón la presidenta de la Comisión Europea.
La pandemia ya ha infectado a 3,5 millones de personas, 1,5 millones de las cuales residentes en Europa, y ha matado a casi 250.000 enfermos -143.000 de estos en Europa- según un recuento realizado por la AFP.
Gobiernos, filántropos, empresarios y famosos fueron llamados a participar en la maratón, y unos 40 países y una veintena de organizaciones respondieron al llamado.
Sin embargo, la iniciativa no contó con el respaldo de Estados Unidos. Su presidente, Donald Trump, está en conflicto abierto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ha manifestado su voluntad de que Estados Unidos se dote de una vacuna antes de que termine el año.
“Que cada uno mire por lo suyo es un error importante”, lamentó presidente francés, Emmanuel Macron. “Debemos cooperar y no competir entre nosotros”, señaló por su parte el rey Abdalá II de Jordania.
“La Unión Europa ha respondido favorablemente a una demanda de acción global. Estados Unidos declinó. Son ellos quienes se aíslan”, lamentó un responsable europeo.
“Pero nosotros trabajamos de forma muy estrecha con entidades estadounidenses muy poderosas, como la fundación de Bill y Melinda Gates, que tienen una enorme potencia financiera y mucha influencia”, subrayó.
Sin embargo, según el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, “hará falta cinco veces más que esa cantidad”, 7.500 millones de euros, para desarrollar y distribuir la vacuna.
Cabalgar en solitario
“Tenemos que desarrollar una vacuna, producirla y extenderla por todos los rincones del mundo. Y debemos hacer que esté disponible y a precios asequibles”, defendió Ursula von der Leyen.
Emmanuel Macron, por su parte, defendió que la vacuna sea un “bien público mundial”.
La primera consecuencia de la actitud de Washington de querer cabalgar en solitario podría ser que se acentúe la rivalidad en la carrera por la vacuna, algo que temen los europeos.
“Estados Unidos espera ganar la guerra de la vacuna y está dispuesto a poner todas sus fuerzas en esa batalla”, subrayó la analista Isabelle Marchais en un texto publicado el lunes por el Instituto Jacques Delors.
Se están llevando a cabo más de 100 proyectos de investigación en todo el mundo, ocho de los cuales están realizando ya ensayos clínicos en Estados Unidos, China y Europa, precisó Marchais.
“Habida cuenta de los desafíos que plantea la pandemia actual, algunas empresas, sobre todo estadounidenses y chinas, están dispuestas a empezar a producir antes de que terminen los ensayos clínicos para ser las primeras en comercializar la vacuna”, señaló la analista.
“Si pierden la batalla, los europeos podrían encontrarse en una posición de debilidad frente a los estadounidenses o a los chinos”, advirtió. “Al contrario, si Europa produce una vacuna y lo hace en Europa, podemos imaginar que [el viejo continente] será prioritario, al tiempo que podrá planificar la distribución en terceros países”, explicó.
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