Un tercer médico ruso cayó desde la ventana de un segundo piso luego de quejarse por las condiciones sanitarias con las que luchaban contra el coronavirus Sars-CoV-2 que provoca la enfermedad COVID-19. Alexandr Shulepov se contagió en un hospital en la ciudad rural de Novaya Usman, en la región de Voronezh y elevó los cuestionamientos por las pobres herramientas e insumos con que cuentan para atender a los pacientes.
Incluso, Shulepov se había quejado además de que lo obligaban a trabajar después de infectarse con COVID-19. Con su “caída”, el profesional de la salud se constituye en el tercer médico ruso que se ha caído de una ventana en las últimas dos semanas. Su colega Alexander Kosyakin confirmó estos informes al sitio independiente y crítico del Kremlin, Meduza.
Shulepov cayó desde un segundo piso la noche del 2 de mayo. El médico se encuentra ahora en cuidados intensivos con una fractura en la base del cráneo y permanece en estado crítico. La víctima es empleado del Hospital del Distrito Novousmanskaya y fue hospitalizado en el mismo centro de salud después de un diagnóstico de coronavirus.
El pasado 22 de abril, ambos médicos grabaron un video en el que afirmaban que el jefe del hospital en el que trabajaban les había ordenado que continuaran trabajando, incluso después de que uno de ellos se contagiara de COVID-19. Shulepov luego habló con Meduza y confirmó que había contraído el coronavirus, pero pidió que el resto de la conversación no se publique por temor a una reacción violenta de la administración del hospital. El 2 de mayo voló desde la ventana de un piso del hospital en el que trabajaba.
El 25 de abril, apareció otro video en el sitio de noticias Novaya Usman Segodnya, en el que Shulepov afirmó que tanto él como Kosyakin habían grabado el primer video bajo una profunda “emoción”. En la misma grabación, el médico jefe del hospital confirmó que la instalación tenía suficiente equipo de protección personal. Más tarde, las autoridades indicaron que Shulepov se contagió fuera del hospital. La presión y las mentiras eran evidentes.
El 24 de abril Natalya Lebedeva, directora de servicios médicos de emergencia para Zvyozdny gorodok -una ciudad en la región de Moscú- murió después de caer desde una ventana, informó REN TV. También estaba internada con COVID-19. La causa oficial de la muerte se consideró un accidente, pero el periódico Moskovsky Komsomolets dijo que, según sus colegas, se suicidó después de ser acusada de infectar a varios de sus subordinados con el coronavirus.
El día siguiente, Elena Nepomnyashchaya, directora interina del Hospital Krasnoyarsk Krai para veteranos de guerra, también se cayó de una ventana. Según el canal TVK, una fuente afirmó que el incidente tuvo lugar después de una conferencia telefónica con el jefe del Ministerio de Salud regional, Boris Nemik. En ella habrían discutido acerca de la modificación del perfil de uno de los edificios del hospital para recibir pacientes con coronavirus. La valiente médica se opuso a la idea, debido a la falta de equipo de protección y al personal no preparado del hospital. Nepomnyashchaya cayó desde otra ventana y murió en cuidados intensivos el 1 de mayo.
La situación en Rusia
Rusia registró este lunes un nuevo aumento en el número de contagios diarios de coronavirus y ya supera los 145.000 enfermos. Según cifras oficiales, en las últimas 24 horas se registraron 10.581 nuevos casos de COVID-19, 52 menos que en el récord del domingo. Hasta la fecha, Rusia confirmó 145.268 casos y 1.356 muertos.
El coronavirus infectó también al primer ministro, Mijail Michustin, y al ministro de Construcción, Vladimir Yakushev. Mientras que muchos países europeos empiezan a salir progresivamente del confinamiento, Rusia se ha convertido en el país de Europa con mayor número de contagios diarios.
La tasa de mortalidad continúa siendo baja, no obstante, en comparación con Italia, España o Estados Unidos. Según las autoridades, esto se debe a que Moscú ordenó rápidamente el cierre de fronteras, realizó un buen número de exámenes de diagnóstico y siguió las infecciones. Sin embargo, algunas voces críticas han puesto en duda las cifras del gobierno.
El país se prepara para levantar progresivamente las medidas de confinamiento a partir del 12 de mayo, según lo anunciado la semana pasada por el presidente Vladmir Putin, quien reconoció que la situación seguía siendo “difícil”.
Moscú, donde se concentra cerca de la mitad de los casos, es el epicentro del a pandemia en el país. Su alcalde, Serguei Sobianin, indicó que la “amenaza continúa creciendo” e instó a los ciudadanos a respetar el confinamiento.
(Con información de medios rusos independientes y AFP).-
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