El primer ministro británico Boris Johnson reveló este sábado que los médicos que lo salvaron del coronavirus se habían preparado para anunciar su muerte.
Johnson contó al tabloide The Sun que los especialistas en el hospital St. Thomas de Londres, donde estuvo tres días en cuidados intensivos, le dieron “litros y litros de oxígeno” para mantenerlo vivo.
“Fue un momento difícil, no lo voy a negar. Tenían una estrategia para lidiar con un escenario del tipo ‘muerte de Stalin’”, recordó el premier en un reportaje exclusivo del diario más leído en el Reino Unido. “Yo no estaba en un estado particularmente brillante y era consciente de que había planes de contingencia en marcha. Los médicos tenían todo tipo de arreglos sobre qué hacer si las cosas salían mal”, añadió.
“Me dieron una mascarilla para la cara, así que conseguí litros y litros de oxígeno y durante mucho tiempo tuve eso y la pequeña cirugía de nariz”, contó, y explicó que la cruda realidad de su situación golpeó rápidamente en su entorno cuando fue conectado a los monitores y trasladado al sector de cuidados intensivos.
Johnson se internó en el hospital St. Thomas el pasado 6 de abril y recordó cuando “los malditos indicadores seguían yendo en la dirección equivocada” y por un momento se hundió pensando en que no había cura para el COVID-19.
En su lucha de vida o muerte durante una semana, Johnson siguió preguntándose cómo iba a sobrevivir. “Era difícil creer que en pocos días mi salud se hubiera deteriorado hasta tal punto. Recuerdo haberme sentido frustrado. No podía entender por qué no mejoraba”, dijo.
“Pero el mal momento llegó cuando era 50-50 si iban a tener que poner un tubo en mi tráquea. Fue entonces cuando se puso un poco... empezaron a pensar en cómo manejarlo de manera presentable”, contó.
Boris Johnson fue dado de alta el 12 de abril y al poco tiempo regresó a su oficina en el número 10 de Downing Street para atender la emergencia por el coronavirus en el Reino Unido, donde han muerto unas 28.000 personas por el COVID-19.
Sentado en su despacho, el primer ministro recordó para la prensa esos días en que casi pierde la vida pero se recuperó a tiempo para presenciar el 29 de abril el nacimiento de Wilfred, el hijo que tuvo con su prometida Carrie Symonds.
“Fue gracias a una maravillosa, maravillosa asistencia médica que lo logré. Realmente trabajaron duro y marcaron una gran diferencia”, agradeció el premier a las autoridades de salud que lograron su recuperación.
"No puedo explicar cómo sucedió. No sé... fue maravilloso ver el...”, decía al reportero de The Sun cuando su voz vaciló mientras sus ojos se enrojecían y se detuvo para respirar profundamente. “Me emociono con esto... pero fue algo extraordinario”, concluyó.
Su pareja, Carrie Symonds, publicó este sábado la primera foto de su hijo, Wilfred Lawrie Nicholas Johnson, y explicó por qué ambos eligieron ese nombre. “Wilfred por el abuelo de Boris. Lawrie por mi abuelo. Nicholas por los doctores Nick Price y Nick Hart: los dos médicos que le salvaron la vida a Boris el mes pasado”.
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