La presidenta de la Comisión Europea se sumó al pedido que ya hicieron muchos países del continente a China para que dé explicaciones sobre los orígenes del coronavirus. Si bien se sabe que el brote surgió en la ciudad de Wuhan, de dónde provino y cómo llegó a transmitirse a los seres humanos sigue siendo una incógnita.
Durante una entrevista con la cadena CNBC, ante la pregunta de si le gustaría que China coopere con la Comisión y con otros actores internacionales para desentrañar el origen del virus, Ursula von der Leyen fue contundente: “Sí, creo que esto es importante para todos nosotros, para todo el mundo es importante. Nunca se sabe cuándo va a aparecer el próximo virus, así que todos queremos que para la próxima vez hayamos aprendido la lección y establecido un sistema de alerta temprana que realmente funciona, y el mundo entero tiene que contribuir a ello”, dijo.
La titular del ejecutivo europeo enfatizó la importancia de la transparencia y de que los países compartan de manera rápida y certera datos confiables, que ayuden a otros y a la comunidad internacional a responder a nuevas amenazas. “Una de las lecciones aprendidas de esta pandemia es que necesitamos datos más robustos (...) para que el mecanismo de alerta temprana sea mucho mejor”, dijo.
“Por ejemplo, a nivel de la Unión Europea, sabemos que necesitamos un sistema de datos más robusto para situaciones como la que vemos ahora mismo con el coronavirus. Y para construir un sistema con el que se pueda contar”, agregó.
Mientras China busca reacomodar su deteriorado papel en el tablero mundial en el medio de la incertidumbre geopolítica por la pandemia, Europa viene endureciendo su tono hacia el régimen asiático en las últimas semanas, con mayores reclamos por transparencia sobre su gestión del brote. Uno de los más enérgicos es el presidente francés Emmanuel Macron. “Hay sin duda cosas que ocurrieron y que desconocemos”, expresó en una entrevista reciente al diario Financial Times.
No se trató de un comentario aislado. Días más tarde, el jefe de la diplomacia francesa, el ministro Jean-Yves Le Drian, dijo que esperaba mayor respeto por parte de China. “Beijing juega a la fragmentación de la UE. La pandemia es la continuación, por otros medios, de la lucha entre las potencias”, acusó, en una entrevista con Le Monde. La tensión con París ya estaba en alza desde que el Ministerio de Exteriores convocó al embajador chino en París por la publicación de “calumnias”, en referencia a artículos anónimos en la que se acusó de mala gestión a gobiernos occidentales.
Por su parte, el Reino Unido también expresó algunos reparos hacia el régimen. El ministro de Exteriores, Dominic Raab, quien encabezó el gobierno mientras el premier Boris Johnson se recuperaba del coronavirus, lanzó un mensaje hacia Xi Jinping luego de una teleconferencia de los países del G-7, organizada por EEUU. “Tenemos que examinar todos los aspectos, y de una manera equilibrada, pero no hay duda que todo no puede continuar como si no hubiera pasado nada”, comentó el Raab. Más puntualmente, sobre las dudas que persisten, añadió: “Tendremos que plantear preguntas difíciles sobre la aparicion del virus, y sobre por qué no pudo ser parado antes”.
Con su habitual moderación, también la canciller alemana Angela Merkel le pidió a Beijing que sea lo más transparente posible sobre la información que tenga del origen del coronavirus. “Cuanto más transparente sea China sobre la génesis del virus, mejor será para todo el mundo” a fin de que podamos “sacar enseñanzas”, comentó.
Sin embargo, el régimen de Xi Jinping no ha dado señales de apertura. Incluso, ha desestimado los pedidos.
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