El limosnero del papa Francisco envió ayuda a un grupo de transexuales, la mayoría procedentes de Latinoamérica, que se dedican a la prostitución y que al quedarse sin clientes por la pandemia pidieron asistencia al párroco de Torvaianica, en la costa romana.
El cardenal Konrad Krajewski se encarga de las obras de caridad por parte del papa Francisco y confirmó al periódico Corriere della Sera que acudió a esta localidad para ayudar a esta comunidad de transexuales.
“Es cierto que les hemos ayudado, ‘Vengan a mí, todos ustedes, que están fatigados y oprimidos, y los refrescaré’, dice Jesús. Es el Evangelio. Estas personas son seres humanos que tenían hambre. Y todos somos hijos de Dios”, explicó Krajewski al diario romano.
El párroco de Torvaianica, Andrea Conocchia, había relatado a la agencia italiana Adnkronos que hace unos días se presentaron a su iglesia un grupo de transexuales, “casi todos latinoamericanos, a pedir ayuda porque con el Covid-19 ya no tenían clientes” y no sabían cómo sobrevivir.
“Entre ellos dividen los gastos, las rentas, se ayudan mutuamente como pueden. Se ha corrido la voz y ahora hay unas 20 personas que han pedido ayuda. Principalmente provienen de América Latina, aman mucho a Bergoglio y tienen fe. Me conmovió la imagen de uno de ellos que comenzó a rezar de rodillas ante la Virgen”, contó el párroco.
Los transexuales, dijo el párroco, grabaron un audio en español para agradecer al pontífice su ayuda y en el que se escuchaba: “Muchas gracias al papa Francisco”, “que Dios los bendiga, gracias por todo”, “mil bendiciones, que la Virgen te proteja”.
Por su parte Krajewski explicó que el párroco de Torvaianica le escribió la historia de estas personas y que cómo suele hacer con otras personas vulnerables no dudó en enviar dinero para que pudieran ser ayudadas.
“Son personas que hicieron dinero en la oscuridad, por supuesto, tal vez tienen problemas con los documentos y no pueden solicitar subsidios. Otras parroquias informaron de problemas similares, de prostitutas que ya no tenían nada para comer. Entonces consigo el número de cuenta y doy todo lo necesario a la parroquia”, señaló padre Conrado, como se le conoce en el Vaticano.
El cardenal limosnero agregó que “la caridad del Papa está dirigida a cualquiera que sufra. En Semana Santa llevamos miles de paquetes a prisioneros y entre ellos, por supuesto, también había transexuales y prostitutas. Mi tarea es ayudar a quienes lo necesitan y vaciar la cuenta de caridad del Papa”.
“Si está vacía, está bien. Y cuando se vacía, gracias a Dios, siempre hay benefactores que vuelven a donar”, aseguró.
No es la primera vez que el cardenal polaco Konrad Krajewski cumple gestos que acaban por ser noticia en los periódicos. En mayo del año pasado reinstauró él mismo la luz en un edificio público en Roma ocupado por 450 personas que se habían quedado sin electricidad por no hacer frente a las facturas.
"He cometido un gesto desesperado, pero la gente estaba sin luz, agua, nevera: 450 hermanos en una situación tan difícil, entre ellos un centenar de niños", señaló entonces en una entrevista con el periódico italiano 'Corriere della Sera' el purpurado que tuvo que enfrentar muchas críticas por su hazaña. "Fui informado de una grave situación que sufren sobre todo muchos pequeños. Como limosnero del Papa sentí el deber de cumplir un gesto humanitario, reactivando personalmente la corriente eléctrica", señaló.
El prelado quitó los sellos que bloqueaban el contador y dijo que asumía la responsabilidad en nombre de la Santa Sede. El edificio ocupado pertenece a un ente público que lo tenía abandonado y Krajewski se asumió la plena responsabilidad de la acción con la prefectura y Acea, la compañía eléctrica.
(Con información de EFE y Europa Press)
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