A falta de información oficial por parte del régimen de Corea del Norte, siguen las especulaciones sobre el estado de salud de Kim Jong-un. El director de la Oficina de Seguridad Nacional de Taiwán (NSB, la agencia de inteligencia del país), Chiu Kuo-cheng, aseguró este jueves que el dictador norcoreano está “enfermo”, informó la agencia oficial taiwanesa CNA.
Ese medio afirma que Chiu compareció hoy en sede parlamentaria y, consultado por un diputado del partido gobernante por el estado de salud de Kim Jong-un, dio esa respuesta sin ofrecer más detalles.
Al repreguntarle el legislador si el líder norcoreano sigue con vida, el jefe de la inteligencia taiwanesa sonrió y eludió la respuesta.
La oposición también se unió a las preguntas sobre el tema al plantear la posibilidad de que, en el caso de que Kim falleciera, se produjera un vacío de poder en Corea del Norte, algo sobre lo que Chiu aseguró que la inteligencia taiwanesa está “preparada” para esa eventualidad.
El general retirado, que fue ministro y jefe del Estado Mayor, aseguró que la NSB cuenta con información sobre la situación en Corea del Norte pero que solo podría hablar de ello “a puerta cerrada”, ya que hacerlo públicamente pondría en peligro a sus fuentes.
Según la información de CNA, Chiu recordó que en caso de que hubiera un conflicto militar relacionado con Corea del Norte, Taiwán también estaría en el “área de influencia” -es decir, podría verse involucrado- y no solo los países vecinos como Japón o Corea del Sur.
En los últimos días se han repetido las informaciones que aseguran que Kim Jong-un sufre problemas graves de salud tras una supuesta operación de corazón, algo que las autoridades de Corea del Sur calificaron de “noticias falsas”.
La propaganda norcoreana lleva desde el 12 de abril sin informar de las actividades sobre el terreno o publicar una imagen actual de Kim Jong-un, que además ha estado ausente de varios eventos de importancia, incluidos los del 15 de abril (principal festividad nacional), aunque sí ha reproducido mensajes del líder del país.
En ese contexto, marcado a su vez por la pandemia de coronavirus, y ante la tradicional opacidad del régimen norcoreano, diferentes medios han publicado informaciones, citando siempre fuentes anónimas, en las que se dice que el estado de salud del mariscal es delicado, debido a esa supuesta operación de corazón. Otras versiones sostienen incluso que el dictador está muerto.
Seúl no ha querido revelar la localización actual de Kim Jong-un, pese a que imágenes por satélite han localizado su tren en la ciudad costera oriental de Wonsan, el lugar en el que fuentes anónimas del Gobierno sureño ya situaban al líder norcoreano la semana pasada.
El ministro de Unificación surcoreano, Kim Yeon-chul, indicó que las ausencias de la máxima autoridad del régimen norcoreano podrían responder al interés por reducir la escala de grandes eventos en el país en el marco de sus esfuerzos para combatir el coronavirus.
Aunque Pyonyang no ha informado de caso alguno de coronavirus en su territorio, las autoridades surcoreanas afirman que en el Norte se están reforzando las capacidades médicas y sanitarias.
Mientras tanto, China, tradicional aliado de Corea del Norte, mantiene un mutismo absoluto sobre el tema y los portavoces de su Ministerio de Asuntos Exteriores se limitan a decir que no tienen información que ofrecer.
El pasado martes, durante una conferencia de prensa desde la Casa Blanca, Donald Trump reconoció que sabe cómo se encuentra el líder de Corea del Norte, pero no ofreció detalles al respecto. “Tengo una muy buena idea, pero no puedo hablar de eso ahora. Solo le deseo lo mejor, tengo muy buena relación con Kim Jong-un. Si yo no fuera presidente, estaríamos en guerra con Corea”, respondió el presidente norteamericano a una pregunta de un periodista sobre el estado de salud del dictador.
“Sé cómo está, relativamente hablando. Ya veremos. Probablemente se sabrá en un futuro no muy lejano”, concluyó Trump su breve respuesta.
Con información de EFE
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