El Gobierno de Francia reportó más de 10 casos con inflamaciones cardíacas en relación con la alerta emitida en la víspera por el Reino Unido, que advirtió por una nueva enfermedad infantil que podría estar vinculada al coronavirus. Extraoficialmente, también se han presentado casos similares en países como Estados Unidos, España y Bélgica.
El ministro de Salud galo, Olivier Véran, indicó que el vínculo con la COVID-19 todavía no ha sido establecido, pero que están tomando los casos “muy seriamente”.
Se trata de niños o adolescentes que acuden al hospital con síntomas “digestivos, respiratorios o infecciosos”, además de “una afección cardíaca”, explicó a la AFP el doctor Damien Bonnet, jefe del servicio de cardiología pediátrica del hospital infantil Necker de París. En algunos de estos casos, los pacientes dieron positivo a la prueba diagnóstica de la COVID-19.
“El conjunto de pediatras y médicos de cuidados intensivos (en Europa) trabajan juntos para determinar si es o no pertinente relacionar a la COVID-19” con este cuadro clínico, declaró Véran, y afirmó que se están tomando estos casos “muy en serio”. Su homólogo británico, Matt Hancock, había señalado: “Es algo que nos preocupa”.
En España, la Asociación de Pediatría remitió un comunicado interno a los profesionales para alertar de la aparición de este tipo de casos, si bien precisó que se describieron “muy pocos” en el país, y recordó que en la mayoría de ocasiones los niños sufren formas leves de la COVID-19. En efecto, todos los estudios mostraron hasta ahora que los casos graves de SARS-CoV-2 entre los más pequeños son rarísimos.
Bonnet dio cuenta de una veintena de niños admitidos en los hospitales parisinos con el cuadro clínico anteriormente descrito. “Según mis colegas, hay otros casos” en el país, agrega este médico, subrayando empero que el número es “limitado”. El primero fue admitido en el hospital “hace tres semanas” y el ritmo de ingresos “se aceleró en los últimos 8 días”.
Una situación similar se da en Estados Unidos. “Vi a (jóvenes) pacientes así ayer y hoy, y mis colegas lo constatan desde hace dos o tres semanas”, explicó a la AFP Sunil Sood, especialista en enfermedades infecciosas en el hospital infantil Cohen’s Children de Nueva York.
Según el doctor Bonnet, estos pacientes tienen entre “2 y 18 años”. En Estados Unidos, en cambio, se trata de “adolescentes”, y el más joven tiene 13 años.
La “mayoría necesita medicamentos para apoyar el funcionamiento del corazón”, según el médico francés. “Los niños evolucionan casi todos de forma favorable, si bien al principio se hallan en una situación de reanimación”.
También en Estados Unidos todos los pacientes de los que el doctor Sood tuvo conocimiento mejoraron, si bien no todos salieron del hospital por ahora.
Algunos de los síntomas de estos niños se asemejan a los del síndrome del shock toxico y a la enfermedad infantil Kawasaki. Este mal, raro, provoca una inflamación de los vasos sanguíneos (erupciones cutáneas, ganglios, conjuntivitis, problemas cardíacos en sus tipos más graves...). “Es como si los vasos sanguíneos estuvieran en llamas”, según Sood.
Pero también hay diferencias con el cuadro clínico detectado recientemente, según Bonnet. La primera es la edad de los pacientes, porque la enfermedad de Kawasaki “afecta primero a los menores de dos años, aunque puede darse hasta los 4 o 5 años. Aquí, vemos de todas las edades”.
¿Respuesta inflamatoria?
Si bien no todos estos pacientes dieron positivo al test por la COVID-19 y por lo tanto es imposible certificar por ahora un vínculo, la emergencia de estos casos durante la epidemia llama la atención.
Bonnet destaca que si bien las causas de la enfermedad de Kawasaki son desconocidas, se sospecha que podría ser una “reacción inflamatoria desproporcionada a una infección banal”.
Sood baraja así la hipótesis de que “el nuevo coronavirus desencadene la misma respuesta inflamatoria que la que otros virus provocan en la enfermedad de Kawasaki”.
En los adultos, los especialistas creen que las formas graves de la COVID-19 están vinculadas con una respuesta inmunitaria excesiva causada por la propia enfermedad.
En todos los países concernidos, se llamó a informar de los casos de niños hospitalizados por una afección inflamatoria atípica para poder determinar si hay o no una correlación con la COVID-19.
(Con información de AFP)
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