El número de casos confirmados de coronavirus en el mundo superó este lunes los tres millones, de acuerdo al monitoreo realizado por la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, Estados Unidos.
Se han contabilizado 3.002.303 contagios, un número que depende de la cantidad de testeos realizados por los diferentes países, y 208.131 muertes desde el inicio de la pandemia en diciembre de 2019.
De acuerdo a estas cifras, el COVID-19, la enfermedad causada por este nuevo coronavirus surgido en la ciudad de Wuhan, centro de China, alcanzaría una tasa de mortalidad del 6,93%.
Aunque esta cifra debe ser mirada con cuidado, ya que no todos los países testean en la misma cantidad y con la misma regularidad, y la comunidad científica estima que el número real de contagios podría varias veces superior al registrado, de esta forma reduciendo considerablemente la tasa de mortalidad.
Con más de 125.000 fallecidos y 1.387.411 contagios confirmados, Europa es el continente más golpeado por el COVID-19.
Estados Unidos se mantiene como el país con más casos (972.969) y más muertes (55.118) reportadas a nivel global. España es la segunda nación con más contagios (229.422), mientras que Italia secunda a Estados Unidos en el índice de fallecidos, con 26.977. España, en tanto, registra 23.521 muertos e Italia 199.414 infectados.
Francia y el Reino Unido son los otros dos países con más muertes en Europa, con 22.890 y 20.797, respectivamente.
Mientras las autoridades sanitarias continúan batallando para contener la propagación del virus, los países empiezan a tomar medidas para reactivar la economía, que se vio seriamente afectada por la pandemia.
Italia, el país más golpeado en Europa por el coronavirus, autorizó a partir de este lunes la apertura de sectores “estratégicos” para la economía del país, en particular las “actividades productivas e industriales más orientadas a la exportación”. Entre ellas figuran la industria del automóvil y de la moda, penalizadas frente a sus rivales extranjeros.
A partir del 4 de mayo, en tanto, Italia reabrirá “todo el sector manufacturero y de la construcción, así como el comercio por mayor para esos sectores”, precisó el jefe de gobierno, Giuseppe Conte. Las drásticas medidas para frenar la pandemia paralizaron la economía italiana y según las previsiones del gobierno, el país entrará en recesión este año, con una caída del 8% de su Producto Interno Bruto (PIB).
Por su parte, en el Reino Unido este lunes el primer ministro británico, Boris Johnson, retomó sus actividades luego de recuperarse del coronavirus. El mandatario conminó a los británicos a no ser “impacientes” y acogerse a las restricciones impuestas contra el brote hasta superar “la primera fase” de la pandemia, entre presiones para que reactive sectores de la economía.
En su reincorporación al trabajo, el líder conservador dijo que hay indicios de que el país “atraviesa el pico” de la enfermedad, lo que significa que “se está revirtiendo la marea” pero también que es “un momento de máximo riesgo” de fracaso si se suavizan las medidas.
A los empresarios que presionan para reabrir sus negocios y a sus colegas conservadores, ansiosos por el impacto en la economía y las finanzas públicas, Johnson, quien compartió las preocupaciones por la economía, les pidió “contener la impaciencia” para evitar un “segundo pico” de la enfermedad, que causaría más muertes y, al requerir la reintroducción de las restricciones, supondría “un desastre económico”.
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