Una droga antiviral con potencial aplicación en el tratamiento del coronavirus no mostró ningún beneficio en su primer ensayo clínico, de acuerdo a un documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) filtrado accidentalmente y obtenido por el periódico británico The Financial Times.
El remdesivir, desarrollado originalmente por la compañía estadounidense Gilead Sciences para el tratamiento del ébola, es uno de los fármacos que más ha entusiasmado a los gobiernos del mundo como posible herramienta en la lucha contra el COVID-19.
Pero el reciente ensayo realizado en China sobre 237 pacientes no mejoró la condición de ninguno, no redujo la presencia del patógeno en la sangre y en algunos incluso generó problemas adicionales.
Del total de 237 personas estudiadas, 158 recibieron el remdesivir y los restantes 79 fueron monitoreados como grupo de control. De aquellos que fueron tratados con la droga, 18 mostraron efectos adversos y debieron ser retirados del estudio.
El artículo científico que recolecta los resultados del ensayo se encuentra en la fase de revisión de pares, cuando es evaluado por expertos en la materia como paso previo para su publicación.
En el marco de este proceso, la OMS recibió una copia del artículo en borrador, y lo reveló accidentalmente antes de su publicación formal.
“En respuesta un pedido de la OMS para que los investigadores compartieran información y estudios en su etapa preliminar, un borrador fue enviado por los autores a la OMS y éste fue publicado por error en su página web y luego retirado apenas se tomó conciencia de la equivocación”, indicó el organismo internacional en un comunicado citado por el Financial Times.
Gilead reaccionó a la noticia alegando que los resultados del estudio “no son concluyentes”.
“Es importante notar que el estudio fue suspendido antes de tiempo por falta de voluntarios y que no tenía la solidez suficiente para producir conclusiones estadísticas significativas”, explicó la compañía con base en California en un comunicado.
“Los resultados no son concluyentes, aunque se notaron tendencias en los datos que sugieren un potencial beneficio del remdesivir, especialmente en pacientes tratados tempranamente”, agregó.
En efecto, el estudio realizado en China debió ser concluido prematuramente por falta de voluntarios, sin que se registraran beneficios clínicos ni virológicos.
Ninguno de los estudios con remdesivir realizados hasta la fecha, con excepción del concluido en China y revelado por la OMS, cumplían con todos los estándares científicos, como por ejemplo contar con un grupo de control o ser aleatorios, de acuerdo al Financial Times.
Los resultados de uno de estos testeos no oficiales fueron publicados a comienzos de mes en el New England Journal of Medicine y mostró señales positivas, aunque tanto sus autores como Gilead advirtieron que no era concluyente ya que no se trató de un estudio formal sino de una recolección de información sobre pacientes que habían recibido remdesivir.
Otros estudios realizados en monos por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos y en humanos por la Universidad de Chicago mostraron beneficios prometedores cuando la droga era usado al comienzo del cuadro.
Estas señales positivas habían despertado grandes expectativas tanto de los gobiernos como de los inversores en torno al remdesivir, a medida que los efectos económicos de la epidemia de coronavirus empeoran y se acelera la búsqueda de una cura, y las acciones de Gilead no han parado de crecer en las últimas semanas.
Pero tras la revelación del Financial Times los papeles de la compañía registraban una caída del 4,5% en el Nasdaq, en Nueva York.
Actualmente se están llevando a cabo estudios con el remdesivir a gran escala y con grupos de control, con monitoreo de la OMS y del laboratorio Roche, que presentarán a su tiempo más datos concluyentes sobre el impacto de la droga. También la hidroxicloroquina, en conjunto con la azitromicina, están siendo testeados a la par y hay decenas de equipos médicos ensayan posibles vacunas, aún sin resultados.
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