Los medios estatales de Corea del Norte guardaron silencio este miércoles sobre el estado de salud o el paradero del líder del país, Kim Jong-un, un día después de que se desataran las especulaciones por todo el mundo sobre su situación, tras las informaciones publicadas en diversos medios de comunicación en los que se decía que está gravemente enfermo tras haberse sometido a una intervención cardiovascular.
Los medios de comunicación norcoreanos presentaron una imagen de normalidad, difundiendo las habituales informaciones sobre los logros de Kim, citando frases suyas antiguas o sin fecha conocida sobre temas como la economía.
Fuentes oficiales de Corea del Sur y China, así como otras familiarizadas con los servicios de inteligencia de Estados Unidos, han puesto en duda la información publicada en medios de comunicación de surcoreanos y estadounidenses, mientras la Casa Blanca ha dicho que está haciendo un atento seguimiento de la situación.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que celebró encuentros sin precedentes con Kim en 2018 y 2019 en un intento por persuadirlo de que abandone sus programa de armas nucleares, dijo que la información no había sido confirmada, pero que personalmente no le daba mucha credibilidad.
“Sólo espero que se encuentre bien”, dijo Trump el martes en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. “He mantenido una muy buena relación con Kim Jong-un. Me gustaría ver que le va bien. Veremos cómo le va. No sabemos si la información es veraz.” Preguntado sobre si intentará contactar con Kim para comprobar su estado, Trump dijo: “Bueno, puede que lo haga, pero sólo espero que esté bien”.
Las especulaciones sobre la salud de Kim surgieron por primera vez a raíz de su ausencia de la celebración del aniversario del padre fundador de Corea del Norte y abuelo de Kim, Kim Il Sung, el pasado 15 de abril.
El Daily NK, un portal web con sede en Seúl, informó la noche del lunes que Kim, quien se cree que tiene unos 36 años, fue hospitalizado el 12 de abril, horas antes de someterse a una intervención cardiovascular. La versión en inglés de la historia añadió una corrección el martes para decir que la información se basa en una sola fuente no identificada de Corea del Norte, no en múltiples como se dijo anteriormente.
Añadía que su salud se ha deteriorado desde agosto debido a su intenso tabaquismo, su obesidad y el exceso de trabajo, y que actualmente recibe tratamiento en una villa en el centro turístico del monte Myohyang, al norte de la capital Pyongyang.
Kim se ha mantenido fuera de la luz pública por períodos prolongados en el pasado, y dado el carácter extremadamente reservado del régimen, pocos observadores externos pueden pronunciarse con certeza acerca de una posible enfermedad o discapacidad. Con todo, las dudas sobre el futuro político del Norte no dejarán de crecer si se prolonga su ausencia del escenario.
Kim pertenece a la tercera generación de la dinastía gobernante, y un fuerte culto de la personalidad lo rodean a él, su padre y su abuelo. Se dice que el linaje mítico “Paektu” de la familia, que lleva el nombre del pico más alto de la península coreana, da solo a los miembros directos de la familia el derecho de gobernar.
Desde ese punto de vista, la hermana menor de Kim y jerarca del partido Kim Yo Jong sería la sucesora más probable en caso de enfermedad grave, discapacidad o muerte de su hermano. Pero algunos observadores mencionan la posibilidad de una conducción colegiada que pondría fin al régimen dinástico.
“En la élite del poder en el norte, Kim Yo Jong tiene la mayor probabilidad de heredar el poder y creo que esa probabilidad es mayor del 90%”, dijo el analista Cheong Seong-Chang, del Instituto Sejong en Corea del Sur. “Corea del Norte es como una dinastía y podemos ver el linaje Paektu como sangre real, de modo que es improbable que alguien ponga en tela de juicio la toma del poder por Kim Yo Jong.
Kim Yo Jong, de algo más de 30 años, dirige la oficina de propaganda y semanas atrás fue designada miembro alterno del poderoso Buró Político.
Ha aparecido con frecuencia junto a su hermano en actividades públicas y llama la atención entre los funcionarios ancianos. Acompañó a Kim Jong-un en sus reuniones con el presidente estadounidense Donald Trump y otros gobernantes en los últimos años y su presencia junto a él hace pensar a muchos analistas de afuera que es, en efecto, la número dos en la jerarquía norcoreana.
Por tratarse de una sociedad extremadamente patriarcal, algunos se preguntan si Kim Yo Jong solo serviría de figura decorativa mientras que el poder residiría en una conducción colegiada similar a las que se instauraron después de la caída de otros líderes comunistas.
(Con información de Reuters y AP)
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