Los Guardianes de la Revolución de Irán anunciaron el miércoles que lanzaron con éxito su primer satélite militar, una noticia que coincide con un aumento de las tensiones con Estados Unidos en la región del Golfo.
Estados Unidos afirma que el programa de satélites de Irán encubre el desarrollo de misiles, aunque la República Islámica lo niega y ha asegurado en el pasado que su desarrollo aeroespacial es pacífico, transparente y cumple con sus obligaciones internacionales.
Las tensiones entre ambos países han aumentado en la última semana con la acusación del departamento de Defensa estadounidense de que Irán está hostigando a sus barcos en el Golfo Pérsico.
Los Guardianes de la Revolución, un ejército encargado de defender los valores ideológicos de la revolución islámica, calificaron el lanzamiento por sorpresa del satélite de “gran éxito”.
“El primer satélite de la República Islámica de Irán fue puesto en órbita con éxito por los Guardianes de la Revolución”, según un texto publicado en Sepahnews, la web de los Guardianes.
Según la misma fuente el satélite, llamado “Nour”, que en persa significa “Luz”, fue lanzado desde el desierto de Markazi, en el centro de Irán.
El satélite fue puesto en órbita a unos 425 kilómetros de la Tierra, según estas fuentes.
“Esta acción será un gran éxito y una nuevo desarrollo en terreno espacial para el Irán Islámico”, añadió.
La televisión estatal difundió imágenes que dijo eran del satélite colocado en un cohete para el lanzamiento del miércoles.
El cohete llevaba el nombre Qased, el “mensajero”, en lo que parecía ser la primera ocasión en la que Irán utilizaba este tipo de artefacto.
“Sinceras felicitaciones a la Fuerza Aérea de los IRGC (Guardianes de la revolución de Irán, según sus siglas en inglés) por este gran logro nacional”, tuiteó el ministro de Telecomunicaciones, Javad Azari Jahromi.
No había por el momento verificación del lanzamiento a partir de fuentes independientes.
A principios de febrero, Irán lanzó sin éxito otro satélite, que según dijo, que no tenía objetivos militares.
La fallida puesta en órbita del Zafar (“Victoria” en persa), el 9 de febrero, llegó unos días antes del 41º aniversario de la Revolución Islámica.
Sanciones y coronavirus
Irán y Estados Unidos parecieron estar muy cerca del enfrentamiento directo en varias ocasiones en los últimos tiempos. En 2018, la rivalidad entre Teherán y Washington se exacerbó cuando el presidente de Estados Unidos Donald Trump se retiró unilateralmente del tratado sobre el programa nuclear iraní. Posteriormente, pidió a Teherán la restricción del desarrollo de sus misiles balísticos.
En enero de este año, la tensión volvió a aumentar cuando un ataque de dron de Estados Unidos mató en Irak al general Qassem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds, que se ocupa de las operaciones en el extranjero de los Guardianes.
Washington ya había criticado en el pasado el programa de satélites iraní, asegurando que el lanzamiento de una lanzadera en enero de 2019 equivalía la violación de los límites de sus misiles balísticos.
Irán asegura que no tienen ninguna intención de adquirir armas nucleares y dice que sus actividades aeroespaciales son pacíficas y cumplen con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
La República Islámica, uno de los países más afectados del mundo por la pandemia de nuevo coronavirus, acusa a Estados Unidos de “terrorismo económico” por las sanciones que aplica al país desde que se retiró del tratado nuclear internacional.
Irán asegura que estas sanciones le impiden acceder a las medicinas y al material médico que necesita para luchar contra el virus.
Según las autoridades unas 5.300 personas murieron por coronavirus en el país y hay 85.000 infectados desde que aparecieron los primeros casos, el 19 de febrero.
Sin embargo se cree que el número de iraníes muertos y enfermos por el virus es mucho mayor.
(Con información de AFP)
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