La Ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Marise Payne, adelantó que presionará para que un organismo independiente -fuera de la Organización Mundial de la Salud- inicie una investigación global sobre la propagación del coronavirus.
La exigencia es consecuencia de las crecientes críticas al organismo de salud de la ONU, que retrasó la declaración de la pandemia COVID-19 y ha sido acusado por la Casa Blanca de ceder a la influencia política y financiera de China.
Payne explicó que Australia comparte “algunas de las preocupaciones que Estados Unidos ha identificado en relación con la OMS” y afirmó que se hace imperiosa una investigación independiente para “llegar al fondo” de COVID-19.
La canciller no dijo que no confía en China, pero sí expresó que su preocupación "está en un punto alto” en cuanto a la transparencia sobre el brote del coronavirus. “Creo que la clave para avanzar en el contexto de estos temas es la transparencia”, dijo en declaraciones a la prensa. "Transparencia desde China, sin duda. Transparencia de todos los países clave en todo el mundo que serán parte de cualquier revisión que se lleve a cabo”, insistió.
Según explicó, una investigación independiente debería identificar la génesis del virus, los enfoques para enfrentarlo, y cómo se compartió la información. También debería examinar la interacción con la Organización Mundial de la Salud y las medidas adoptadas con los dirigentes internacionales, entre ellos el régimen chino.
Cuando se le preguntó si la propia OMS debería llevar a cabo el examen, la funcionaria fue tajante: “No, de ninguna manera”. "No creo que se pueda contar con la que ha sido responsable de la difusión de gran parte del material de comunicación internacional, y de hacer gran parte del compromiso inicial y el trabajo de investigación, también como el mecanismo de revisión”, agregó.
Para Payne, las relaciones en todo el mundo cambiarán una vez que la pandemia haya pasado, incluyendo la que existe entre Australia y su socio comercial número uno, China, aunque dijo que no tiene una “bola de cristal” para decir hasta qué punto. “Esta es una situación que se está desarrollando”, dijo.
El Ministro de Salud Greg Hunt respaldó la evaluación de Payne y acusó a la oficina central de la OMS en Suiza de mostrarse reacia a los países que adoptaron fuertes medidas fronterizas al principio de la pandemia.
“Sabemos que hubo críticas muy considerables cuando el 1 de febrero impusimos la prohibición de ingreso de China. La OMS actuó bien en lo que respecta a la poliomielitis, el sarampión y el paludismo, pero lo que vimos de algunos funcionarios en Ginebra, creemos que la respuesta al coronavirus no ayudó al mundo”, denunció. Es más, agregó que si países como Australia están logrando contener el brote es porque tomaron sus propias decisiones de manera unilateral, como país.
Australia ha impuesto una serie de medidas contra la pandemia que incluyen el limitar las reuniones a un máximo de dos personas, el confinamiento en los hogares a menos de que se necesite ir de compras, atender citas médicas o hacer ejercicio.
Asimismo ha suspendido las actividades no esenciales, aunque mantiene abiertas las escuelas y guarderías, al tiempo que ha cerrado las fronteras a extranjeros e impuesto cuarentenas a los residentes y ciudadanos que vienen del exterior por 14 días.
La estrategia gubernamental implementada progresivamente desde marzo pasado, que va acompañada de paquetes de estímulo y subsidios salariales, ha resultado en una disminución del incremento de casos diarios a menos de 50 en los últimos días.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, explicó que para que se relajen las medidas se necesitaría una mayor cantidad de pruebas para descartar el coronavirus, un mejor rastreo de los contactos y reacciones rápidas a nivel de las comunidades para bloquear la expansión de la pandemia.
El gobierno australiano está desarrollando una aplicación para el rastreo electrónico optativo, que deberá utilizar la mayor parte de la población para luchar contra la pandemia, que en Australia ha producido 6.468 infecciones, incluyendo 63 muertos
“Si la gente usa esta aplicación, esto significa que tendremos una mayor seguridad de que si una persona que contrae el coronavirus podremos rastrear rápidamente el contacto de personas que podrían haber sido infectadas. Si no podemos hacerlo, si no tenemos la capacidad, tendremos que mantener las restricciones por más tiempo”, precisó.
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