El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, dio negativo en las pruebas de coronavirus antes de abandonar el hospital, lo que confirmaría que ha superado ya la enfermedad Covid-19, aunque por el momento seguirá apartado de las funciones propias de la jefatura de Gobierno.
Un portavoz el Ejecutivo explicó que “el primer ministro está centrado en su recuperación”, que por el momento transcurrirá en la residencia oficial de campo en Chequers. En esta vivienda está también su pareja, embarazada, que se puso en aislamiento por posibles síntomas, según BBC.
Tras ser dado de alta el domingo, Boris Johnson agradeció personalmente a los profesionales del Servicio nacional de salud, NHS, que le hayan “salvado la vida” e instó a los ciudadanos a quedarse en sus domicilios para evitar la propagación del virus y proteger la Sanidad pública.
Paradójicamente, Johnson, que reconoce en su mensaje que estuvo cerca de morir, ha sido criticado por su lentitud inicial a la hora de aplicar esas restricciones en pro de una hipotética inmunización colectiva por contagio, una teoría científica que el Gobierno asegura que no formó parte de su política oficial.
Su salida del hospital coincidió con el anuncio de que las muertes registradas en hospitales del Reino Unido por COVID-19 superan ya las 10.000, tras sumar 737 en 24 horas, en lo que el ministro de Sanidad, Matt Hancock, calificó de “día sombrío”.
Esta cifra es algo inferior a los 917 fallecimientos confirmados el sábado y al récord de 980 anunciado el viernes, que fue la mayor cantidad registrada en un día en un país europeo, a pesar de que no incluye las defunciones fuera de los centros sanitarios.
Aunque el ritmo de crecimiento parece haberse ralentizado, lo que indicaría que las restricciones sociales funcionan, el Gobierno considera que aún no se ha alcanzado el pico de la pandemia.
Críticas a la gestión del gobierno
El domingo, uno de sus principales asesores, Jeremy Farrar, dio por hecho que el país estará entre los más afectados de Europa por la pandemia, lo que ha reavivado las críticas contra el Gobierno.
El ex director de salud pública John Ashton instó al Ejecutivo a ser “completamente sincero” en cuanto a las cifras, ya que el balance oficial solo incluye a los fallecidos en hospitales. “Hace falta tratar a la gente como adultos”, ha señalado a la radiotelevisión pública.
El portavoz de Downing Street también tuvo que aclarar si hubo algún trato de favor hacia la hija del ministro del Gabinete, Michael Gove, para que fuese sometida a la prueba del Covid-19. Así, ha explicado que se hizo “por recomendación médica” y que la prueba permitió que Gove volviese al trabajo.
El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, ha pedido que el Parlamento, suspendido desde el 26 de marzo salvo algunas comisiones de control, se reúna “cuanto antes” para someter a escrutinio la estrategia del Ejecutivo contra la pandemia.
Starmer ha delarado que el Gobierno debe responder a las acusaciones de falta de equipamiento, así como de los indicios que demuestran que las personas de raza negra y de minorías étnicas están sufriendo más los estragos de este virus.
Un portavoz del líder conservador en la Cámara de los Comunes (el representante del Gobierno), Jacob Rees-Mogg, informó el domingo de que se trabaja para que el Parlamento reanude sus sesiones de forma telemática en la fecha prevista del 21 de abril, después del receso de Semana Santa.
(Con información de Europa Press y EFE)
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