El cardenal George Pell, que esta semana salió de la cárcel después de que la justicia australiana anulara sus condenas por abusos sexuales a menores, publicó este sábado una carta sobre la redención en la que asegura que ya se ha “extirpado el cáncer moral” de la pederastia a la Iglesia.
La carta, publicada por el periódico The Weekend Ausralian con motivo de la fiesta de Pascua, lleva el título “En el sufrimiento encontramos la redención” y en ella Pell dice que convertirá su experiencia en la cárcel en energía espiritual.
“Acabo de pasar 13 meses en prisión por un crimen que no cometí, una decepción detrás de otra”, escribe. “La crisis de abusos sexuales hizo daño a miles de víctimas. Desde muchos puntos de vista la crisis también es mala para la Iglesia Católica pero hemos extirpado con dolor este cáncer moral y esto es bueno”, escribe.
El martes el Tribunal Supremo de Australia anuló la sentencia en su contra por agresión sexual a dos monaguillos en los años 1990.
El cardenal de 78 años, antiguo responsable de la Secretaría de Economía del Vaticano, salió el martes de la prisión de Barwon Prison, cerca de Melbourne, y se instaló en un seminario en Sídney.
La Corte Suprema de Australia decidió en la mañana del martes (hora local) anular los cargos de pederastía que pesaban sobre George Pell, el ex tesorero y número tres del Vaticano y quien había sido el máximo jerarca de la Iglesia Católica en ser condenado por ese crimen, endémico en la institución.
En concreto, Pell había sido hallado culpable por dos cortes de cinco cargos de abuso de menores entre 1996 y 1997, incluido uno de penetración oral, cometidos contra dos niños del coro de la catedral de Melbourne que en ese entonces tenían 13 años. En ese momento, Pell era el arzobispo de la ciudad australiana.
En consecuencia, había sido condenado a seis años de cárcel, sentencia que había comenzado a cumplir en febrero de 2019 en la prisión Barwon, en las afueras de Melbourne. Tras la condena, Francisco, quien lo había nombrado en su puesto en 2014, le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal y cualquier contacto con menores. También fue apartado de la secretaría de Economía de la Santa Sede.
Sin embargo, en contraste con las instancias anteriores, la presidente de la corte Susan Kiefel indicó el martes que el crimen no había sido probado más allá de toda duda razonable.
Las acusaciones estaban principalmente basadas en el testimonio de uno de los acusadores, identificado como "J", quien denunció al cardenal en 2014 poco después de que el otro menor agredido, identificado como "R", muriera de una sobredosis de drogas.
Según aseguró el acusador, el abuso tuvo lugar cuando Pell encontró a los menores bebiendo vino sacramental en el cuarto trasero de la Catedral. Aseguró a su vez que también atacó a uno de ellos en un pasillo, más de un mes después del primer abuso.
(Con información de AFP)
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