Holanda registró en la primera semana de abril alrededor de 2.000 muertes más de las que normalmente se producen, probablemente como resultado del brote de coronavirus. Las cifras publicadas por la Oficina de Estadísticas (CBS) mostraron alrededor de 5.100 muertes totales en el país, sin importar la causa, en la semana que terminó el 5 de abril, en comparación con alrededor de 3.200 en el mismo período hace un año.
En las primeras 10 semanas de 2020, hasta el 8 de marzo, se verificó un promedio semanal de 3.132 decesos, un poco menos que en igual lapso en 2019. El aumento de las muertes coincide con el brote de coronavirus, dijo la oficina de estadísticas.
El primer diagnóstico de Covid-19 en el país ocurrió el 27 de febrero. La primera muerte causada por la enfermedad ocurrió el 6 de marzo. Y el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud declaró el brote de Covid-19 como una pandemia.
Los números de la CBS son complementarios a los datos publicados por el Instituto Nacional de Salud Pública del país (RIVM), que registra solo los casos de coronavirus que son oficialmente diagnosticados. El RIVM reportó 881 muertes por coronavirus en esa semana, lo que sugiere que se está subestimando el número real de defunciones como resultado de la pandemia.
Los datos oficiales del RIVM señalan que hay 21.910 casos confirmados y que se produjeron 2.405 muertes desde el comienzo de la pandemia. De todos modos, el propio organismo reconoce que los números reales son mayores, ya que solo a una porción de los enfermos se les hace tests para comprobar si tienen coronavirus.
En algunas regiones la discrepancia es incluso mayo. El número de personas que murieron durante la semana 14 del año en Brabante Septentrional y Limburgo, dos provincias duramente afectadas por el brote de Covid-19, fue más del doble del promedio de muertes semanales allí entre el 4 de enero y el 14 de marzo.
El aumento de la mortalidad fue particularmente notable entre las personas de edad avanzada. Se estima que 1.900 personas de 65 años o más murieron en la semana 14 de este año, lo que supone un aumento del 68% en comparación con la media de las diez primeras semanas de 2020. En la semana 13, la mortalidad entre los holandeses ancianos fue un 44% más alta.
El mismo problema de subestimación de las muertes por Covid-19 se está produciendo en otros países. Estados Unidos es uno de los casos más claros. Un artículo de The New York Times recogió varios testimonios en esa dirección en un artículo reciente.
“Un forense de Indiana quiso saber si el coronavirus había matado a un hombre a principios de marzo, pero dijo que el Departamento de Salud negó un análisis. Los paramédicos de la ciudad de Nueva York dicen que muchos pacientes que murieron en sus casas nunca se hicieron la prueba del coronavirus, aun si mostraban signos inequívocos de infección", describió el periódico estadounidense.
De hecho, Nueva York se dispone a revisar sus criterios de clasificación de fallecimientos domiciliarios, ya que se multiplicaron por más de diez. El 6 de abril, por ejemplo, hubo 280, según el Departamento de Bomberos, pero la cifra promedio es de 25, informó NPR.
MÁS SOBRE ESTOS TEMAS: