El Papa ha señalado que “defender al pobre no es ser comunista” ya que se trata del “centro del Evangelio”, al tiempo que ha subrayado que en el juicio final los cristianos estarán bajo escrutinio según la relación que hayan tenido con los más necesitados.
“Defender a los pobres no es ser comunista, es el centro del Evangelio, hasta tal punto, que nosotros seremos juzgados sobre ello”, sostuvo el pontífice en la misa que ha celebrado como cada mañana en la capilla de la residencia vaticana de Santa Marta sin fieles y retransmitida por streaming.
Así, recordó que la primera pregunta que hará Jesús en el juicio será: “¿Cómo te ha ido con los pobres? ¿Les ha dado de comer? ¿Les has visitado en la cárcel? ¿Le has visto en el hospital? ¿Has asistido a la viuda y al huérfano? Porque allí estaba yo'”.
El Papa denunció que la sociedad ha interiorizado “la costumbre de ver a lo pobres como un adorno en la ciudad, como si fueran estatuas, parte del decorado”. De este modo, criticó no sólo la “cultura de la indiferencia” sino también el “negacionismo” que llega a borrar su existencia.
"No les vemos porque esta cultura es negacionista. Llegamos a decir que no son tantos y siempre tratamos de disminuir la realidad de los pobres. A los pobres los tenemos siempre con nosotros. Existen y son muchos. Solo vemos una mínima parte, por la mayoría están escondidos", ha señalado el Pontífice.
Al meditar sobre la injusticia estructural de la economía mundial en un momento en que la crisis económica derivada de la pandemia impacta sobre todo en los más pobres de la sociedad, el Papa indicó que “la gran mayoría son pobres víctimas de las políticas financieras y económicas”.
De este modo, ha apuntado a que algunas estadísticas recientes hacen este resumen: "Existe demasiado dinero en las manos de pocos y demasiada pobreza en muchos. Los pobres son muchos más que los ricos".
“¡Hay tantos pobres que tienen vergüenza por su dificultad para llegar a fin de mes! ¡Hay tantos pobres de clase media que van a Cáritas a escondidas porque tienen vergüenza!”, ha dicho.
Así, ha recordado su experiencia cuando era arzobispo de Buenos Aires: “Me dijeron que una fábrica abandonada había sido ocupada por 15 familias. Cada uno había tomado una parte de la nave para poder vivir. Observando, vi que cada familia tenía muebles buenos y televisión. Acabaron allí porque no podían pagar el alquiler. Estos son los nuevos pobres, los que dejan de pagar su casa*”.
Por ello, ha llamado a los cristianos a preguntarse: "¿Me doy cuenta de esta realidad escondida? ¿Soy consciente de aquellos que sienten vergüenza por decir que no llegan a fin de mes?".
Y ha recordado finalmente a los católicos: “No seremos juzgados por los viajes que hacemos o por nuestra relevancia social, sino por nuestra relación con los pobres. Sobre esto seremos juzgados”.
Este lunes, la iglesia informó que Francisco instituyó un fondo de emergencia para las áreas misioneras afectadas por el coronavirus y ha realizado una primera donación de 750.000 dólares. El Papa busca así ayudar a aquellas zonas en Asia, América Latina y África donde la escasez de medios combinados con el coronavirus podría crear situaciones muy difíciles de gestionar.
(Con información de Europa Press)
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