Europa vive otra jornada negra este miércoles. A las malas noticias que, como cada mañana, llegaron primero de España, se sumaron luego las del Reino Unido. Ambos países reportaron cifras récords de muertos por COVID-19.
Italia, por su parte, reportó una caída en los fallecimientos, con 727 en las últimas 24 horas, más de un centenar menos que el día anterior. El número de contagios nuevos subió, sin embargo, a 2.937, después de dos días en que este aumento estuvo en torno a los dos mil casos, y en la actualidad los casos positivos son de 80.572, de los cuales 28.403 están hospitalizados, y 4.035 en cuidados intensivos.
Las autoridades sanitarias de Francia informaron que 509 personas murieron en las últimas 24 horas como consecuencia del coronavirus, lo que llevó el total a 4.032. La cifra representa un récord diario para el país europeo, el tercero con mayor cantidad de decesos en el continente
Las autoridades españolas informaron temprano que se produjeron 864 fallecimientos en las últimas 24 horas, lo que eleva el total de víctimas mortales a 9.053. Segundo país a nivel mundial con más decesos por COVID-19, España superó la barrera de los 100.000 casos notificados desde el comienzo del brote, indicó el parte del Ministerio de Sanidad.
No obstante, se redujo la cantidad de nuevos contagios, con 1.500 casos menos que el día previo. En total los infectados son más de 102.00 desde el inicio de la crisis sanitaria. Más de 22.500 pacientes se han recuperado y casi 5.900 se encuentran internados en terapia intensiva.
Por su parte, el Reino Unido registró por primera vez el miércoles más de 500 muertos en un día, poniendo en evidencia el rápido aumento de la mortalidad vinculada al coronavirus en el país. Fueron 563 personas en las últimas 24 horas, llevando el balance total en el país a 2.352 fallecidos.
El número de muertes la víspera había sido de 381, entre ellos un niño de 13 años y un joven de 19 sin problemas de salud conocidos. La cifra de casos confirmados alcanzó el miércoles los 29.474, un aumento de más de 4.300 respeto al día anterior. El Reino Unido, que por escasez de tests solo realiza pruebas a los enfermos más graves, está aumentando progresivamente la cantidad que efectúa diariamente.
La odisea de aumentar el número de camas
Aunque las cifras indican que se está moderando el ritmo de aumento del contagio tras las medias de confinamiento decretadas por el Gobierno, que incluyen desde esta semana la suspensión de actividades que no sean esenciales, las autoridades españolas trabajan a marchas forzadas para ampliar el número de camas hospitalarias, y sobre todo las unidades de cuidados intensivos (UCI), con la finalidad de afrontar los próximos días, en los que se espera un aumento de hospitalizaciones por la pandemia.
En Madrid, la región más afectada por el coronavirus, este miércoles comienzan a funcionar las diez primeras Unidades de Cuidados Intensivos en el hospital provisional que se está montando en el recinto ferial de la ciudad, instalación que prevé tener hasta 5.500 camas, de ellas 500 de UCI, con lo que se convertiría en el hospital más grande de España.
En esta región había a día de ayer 1.514 pacientes en cuidados intensivos, donde hay una gran demanda de material, con falta de respiradores y materiales de protección, como batas y mascarillas, según denuncian los sanitarios. Pero la atención no está solo en Madrid. Cataluña superó a Madrid en hospitalizados en UCI, con 1.769 personas, lo que supone una situación límite para estas unidades.
Además de UCI, los responsables sanitarios se afanan en poner en marcha miles de camas hospitalarias para atender la pandemia, y para ello, utilizan hospitales de campaña, recintos deportivos, bibliotecas, almacenes, y todo lo que sea preciso para evitar el temido colapso del sistema.
Con más de 50.000 hospitalizados en estos momentos por coronavirus, el objetivo es aumentar el número de camas de la red pública española más de un 21,5 por ciento, con alrededor de 23.000 unidades nuevas.
“Demasiadas personas no se están quedando en sus casas”
En medio del agravamiento de la emergencia, el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, alertó de que todavía hay “demasiadas personas que no se están quedando en sus casas” pese a las restricciones impuestas para frenar la pandemia del COVID-19.
“Existe la preocupación de que en Londres todavía hay demasiadas personas que realmente, realmente, no deberían ir a trabajar, y que están usando el transporte público durante hora punta”, lamentó el alcalde.
Según subrayó Khan, “el mensaje clave es que a menos que realmente tengan que ir a trabajar, trabajen desde casa, y si tienen que ir a su trabajo, no lo hagan en hora punta”.
El alcalde hizo la advertencia al tiempo que comentaba unas fotografías en las que se ve plataformas de la red de metro de la ciudad totalmente abarrotadas en las horas más concurridas del día.
“En Londres tenemos todavía alrededor del 90 % de nuestros autobuses en funcionamiento para transportar a los trabajadores considerados indispensables -como médicos, sanitarios o policías-, lo que supone más de 8.000 autobuses en funcionamiento, más de 600 rutas”, puntualizó Khan.
Durante las horas punta, el 55 % de los trenes en líneas operadas por la empresa Transport for London (Tfl) -responsable de gestionar el transporte público en la capital- también continúan en funcionamiento.
El político indicó que el martes se registró una reducción del 94 % en la utilización del metro frente a ese mismo día del año en 2019 y que también se detectó una disminución del 85 % en el empleo de autobuses, comparado con datos del año previo.
En la actualidad hay un “gran número” de empleados de la red de transporte público de Londres que se encuentran “en aislamiento o están afectados con COVID-19”.
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