Las autoridades sanitarias de Francia informaron este miércoles que 509 personas murieron en las últimas 24 horas como consecuencia del coronavirus, lo que llevó el total a 4.032. La cifra representa un récord diario para el país europeo, el tercero con mayor cantidad de decesos en el continente detrás de Italia (13.155) y España (9.053), y el cuarto a nivel mundial: a ellos se les suma Estados Unidos, con 4.361. El día anterior se habían reportado 499 decesos.
No obstante, las autoridades sanitarias del país concedieron que la cifra real es mayor, considerando que solo tienen en cuenta a aquellos que murieron en hospitales, excluyendo de esa manera a quienes lo hicieron en sus casas o residencias para adultos mayores.
Además, Jerome Salomon, infectólogo y el funcionario de la administración de Emmanuel Macron encargado de compartir información pública, indicó que más de 24.600 personas se encuentran hospitalizadas, un aumento de 1.882 en comparación con el día anterior. Y más de 6.000 se encuentran recibiendo cuidados intensivos, 452 más que la cantidad reportada el martes.
Salomon indicó que la cantidad de pacientes en condición crítica excede la que era la capacidad de Francia antes de comenzar a tomar medidas para ampliar su infraestructura hospitalaria para hacer frente a la pandemia, que era de alrededor 5.000 personas. “No es solamente el esfuerzo que representa para los centros sanitarios, para crear plazas de reanimación, sino lo que esta epidemia implica en términos de impacto para los pacientes”, dijo el funcionario en contacto con la prensa.
Entre los pacientes muertos, 83% tenían más de 70 años. Cerca de 11.000 personas han sido curadas en los hospitales desde el 1 de marzo.
Según el sitio web especializado de la universidad Johns Hopkins, que provee estadísticas globales en tiempo real, la cifra total de casos positivos registrados en la tarde del martes (hora local) es de 56.989, un aumento de casi 5.000 personas con respecto al día anterior.
El gobierno francés decretó la emergencia sanitaria el 17 de marzo, y los funcionarios a cargo de los esfuerzos contra la pandemia advirtieron que los efectos de las medidas de aislamiento tardarán en manifestarse. El primer ministro Edouard Philippe le dijo a un comité parlamentario el miércoles que la cuarentena probablemente sería levantada de manera gradual.
“No será al mismo tiempo, en todos lados y para todos”, expresó, insinuando que podría variar dependiendo de las regiones geográficas y los grupos demográficos. La emergencia tiene una vigencia de dos meses desde que fue declarada.
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