Bélgica informó este martes del fallecimiento de una niña de 12 años por coronavirus entre las 192 muertes registradas en el país en las últimas 24 horas, lo que eleva a 705 el total de decesos.
“Es una eventualidad que es muy rara, pero que nos conmociona”, declaró visiblemente emocionado en rueda de prensa el virólogo y portavoz del equipo interfederal belga contra el coronavirus, Emmanuel André, que no ofreció más datos sobre la niña.
El director del comité científico, Steven Gucht, agregó que esa información recuerda “que a todas las edades, desde los 10 años hasta las edades más avanzadas, se pueden desarrollar complicaciones”.
“Es importante mencionar que esto es excepcional en gente joven. No es la regla. No sabemos qué salió mal. Es importante que se investigue caso por caso”, agregó.
La semana pasada falleció en Francia una adolescente de 16 años, un hecho que conmovió a la opinión pública.
El Servicio Federal de Salud belga indicó que entre el lunes y el martes se registraron 876 nuevos casos con test de laboratorio en Bélgica, lo que supone 12.775 contagios confirmados.
Bélgica, un país de 11,4 millones habitantes, tiene 4.920 personas hospitalizadas por COVID-19, de las que 1.021 se encuentran en cuidados intensivos.
Entre el lunes y el martes se registraron 485 nuevas hospitalizaciones y 668 altas, agregaron las autoridades belgas.
En el país los casos están en plena ascensión. En medio del agravamiento de la emergencia, el gobierno ha asegurado este lunes que castigará con la mayor “severidad” a quienes tosan o escupan a agentes de policía pretendiendo estar infectados con coronavirus, así como a quien intente contaminar alimentos.
“Los últimos incidentes en los que los agentes de policía son escupidos en la cara son absolutamente inaceptables, demuestran una incomprensible falta de respeto, mientras que estos hombres y mujeres realizan tareas importantes para todos nosotros”, declaró al diario Le Soir el ministro del Interior, Pieter De Crem.
El Ministerio belga del Interior quiere “que ese tipo de actitud sea reprimida de la manera más severa posible” y en ese sentido recuerda que una reciente circular del colegio de fiscales permite solicitar entre tres meses y dos años de prisión para quien estornude voluntariamente en dirección de otra persona.
Además, la persona que tosa intencionadamente sobre alimentos puede recibir una pena de hasta cinco años de cárcel, añade Le Soir.
En los últimos días se han registrado varias situaciones de ese tipo en Bélgica, la primera conocida el pasado lunes, cuando un hombre y sus hijas escupieron a varios clientes de un supermercado de la localidad valona de Bierges tras asegurar que estaban infectados de coronavirus.
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