A pesar de las críticas por su manejo del brote de coronavirus que, según los últimos datos oficiales, acumula 2.433 personas contagiadas y 57 muertas en Brasil, Jair Bolsonaro no parece dispuesto a cambiar de rumbo. Tras decir que se trata de una “gripecita” e insistir en la necesidad de priorizar la economía para evitar un colapso, el Presidente decretó que las actividades religiosas y las loterías son “servicios esenciales” y deben seguir funcionando, a pesar de las medidas de aislamiento impuestas por muchos gobernadores en sus estados.
“Las actividades religiosas de cualquier naturaleza se consideran esenciales, obedeciendo a las determinaciones del Ministerio de Salud”, sostiene el decreto publicado este jueves en la Gaceta Oficial de la Unión. La recomendación es que se realicen igual, aunque tratando de evitar que se junten demasiadas personas.
La decisión es un nuevo capítulo de su enfrentamiento creciente Joao Doria, gobernador de San Pablo. Si bien el año pasado parecían muy cercanos, la pandemia los puso en veredas opuestas por sus abordajes contradictorios. Doria había llamado a cancelar los oficios religiosos como medida preventiva para evitar el contagio.
Bolsonaro tiene una férrea alianza con algunos sectores evangélicos, que hicieron campaña por él en los comicios de 2018. Según informa Veja, el Secretario de Salud, José Henry Germann, le había anticipado la determinación a varios referentes pentecostales la semana pasada en una reunión en el Palacio de los Bandeirantes.
El decreto que también permite que se mantengan abiertas las loterías se conoció el miércoles. Lo había confirmado el propio presidente por redes sociales.
“En Brasil existen 12.956 casas de lotería y 2.463 se encuentran cerradas por decretos regionales o municipales”, indicó ayer en su perfil de Twitter, medio por el que anuncia muchas de las decisiones de su Gobierno.
Por la misma vía, agregó que, a fin de que las casas de loterías “puedan funcionar a plenitud”, ha firmado un decreto ordenando que todas las que están bajo la órbita federal sean reabiertas a partir de este jueves.
La decisión fue interpretada como otra vuelta de tuerca a las discordias que mantiene con gobernadores y alcaldes que han adoptado diversas medidas que restringen la circulación de personas, sea en forma parcial o de cuarentena total en estados o municipios.
En un pronunciamiento en cadena de radio y televisión, Bolsonaro criticó este martes a los gobernadores y los instó a levantar las restricciones, pues la “vida debe seguir”, los “empleos tienen que ser mantenidos” y el “ingreso de las familias tiene que ser preservado”.
El mandatario desafió las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y afirmó que “no hay por qué cerrar escuelas”, cuando los más afectados por la pandemia son los mayores de 60 años, entre los que él mismo está, con 65 cumplidos este sábado. Aún así, los gobernadores de los 27 estados de Brasil anunciaron este miércoles que desoirán las críticas hechas por el presidente y mantendrán las cuarentenas y otras medidas restrictivas.
En la misma línea que los gobernadores se manifestó el Frente Nacional de Alcaldes, que agrupa a los jefes de los 5.571 municipios del país, que han adoptado sus propias medidas restrictivas dentro del marco de sus posibilidades constitucionales. Según los alcaldes, “la postura del presidente es aislada” y en los municipios se adoptarán las medidas necesarias para “cuidar la vida de la personas y de los ciudadanos de todas las edades, lo cual debe ser el principio humanitario de quien tiene la responsabilidad de liderar”, bien sea “en un ayuntamiento, un estado o el país”.
Con información de EFE
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