Las autoridades sanitarias de Francia reportaron este martes 240 nuevas muertes como consecuencia del coronavirus en las últimas 24 horas, llevando de esa manera la cantidad total a 1.100.
En paralelo, las autoridades sanitarias informaron que la cantidad de casos positivos se ubica en 22.300. Casi la mitad de ellos -10.176- se encuentran hospitalizados, mientras que 2.516 están recibiendo cuidados intensivos.
No obstante, estimaron que la cantidad reportada es sustancialmente menor a la real, considerando que en el país solo se testea a aquellos que presentan severos síntomas de la enfermedad.
También existe la posibilidad de que la cifra de muertes sea mayor: el Gobierno únicamente informa los pacientes fallecidos en los hospitales, y no a los que han muerto en las residencias para personas mayores dependientes o en sus casas.
Francia es el séptimo país con mayor cantidad de casos reportados, y el cuarto en el continente europeo detrás de Italia, España y Alemania. También ocupa el cuarto lugar en la lúgubre lista de muertes a nivel global, detrás de Italia, China y España.
El sistema sanitario ya empezó a mostrar los primeros signos de saturación, por lo que las autoridades anunciaron el domingo que comenzaron a enviar enfermos graves a establecimientos en Alemania, Suiza y Luxemburgo.
“La resistencia también es cuestión de solidaridad. Esta se organiza a nivel europeo e internacional. Agradezco calurosamente que Luxemburgo, Suiza y Alemania van a permitir en las próximas horas la acogida de varios enfermos graves que necesitan ayuda respiratoria”, dijo el director general de Sanidad, Jérôme Salomon. Esos pacientes proceden de la región del Gran Este, fronteriza con esos tres países y también con Bélgica, y una de las más afectadas del país.
La cifra de muertes superó los cuatro dígitos el mismo día en el que un comité de expertos que asesora a la presidencia aseguró que las medidas de confinamiento social, impuestas en el país el pasado 17 de marzo deberían extenderse durante “al menos seis semanas”.
La población del país debe permanecer a resguardo en todo momento y solo está habilitada a salir para realizar actividades esenciales, tales como comprar alimentos.
Además, Francia está desde hoy en un estado de “emergencia sanitaria” durante dos meses. La medida faculta a las autoridades a garantizar el cumplimiento de las medidas de aislamiento, así como otras restrictivas de libertades tales como las de desplazamiento, reunión y emprendimiento, entre otras.
Los diputados de la oposición, no obstante, han criticado estas “amplias” restricciones de las libertades, así como el “poder colosal” concedido al gobierno para desarrollar sus esfuerzos. El presidente Emmanuel Macron ya había ordenado el lunes el cierre de los mercados al aire libre y limitado las salidas de los ciudadanos para hacer ejercicio físico.
La violación de las normas de confinamiento se sanciona con una multa de 135 euros, que pasa a 1.500 euros en caso de reincidencia “en los 15 días” y a 3.700 euros y a un máximo de seis meses de prisión en el supuesto de cuatro en 30 días.
Al martes, más de un tercio de la población mundial está instada u obligada a quedarse en sus hogares, con algunos casos de toque de queda y permisos restringidos de circulación, mientras más países se suman a las medidas de prevención frente a la pandemia. La cifra es resultado de la decisión de más de 30 países de aplicar medidas de aislamiento social, en muchos casos -como el de Francia- de confinamiento obligatorio.
Otros diez países o territorios (más de 117 millones de personas) aplican toque de queda por la noche. Es el caso de Chile, Burkina Faso, o ciudades como Manila (Filipinas).
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