Cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que el periodo de incubación del nuevo coronavirus era de 14 días, implicó a la vez la duración aconsejada de una cuarentena. Hace 10 días, un análisis de la Escuela Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins confirmó que el 97,5% de los casos que desarrollaban los síntomas de COVID-19 lo hacían dentro de los 11,5 días de la infección, y que sólo el 1% presentaba manifestaciones “luego 14 días de monitoreo activo o cuarentena”.
Pero el 18 de marzo un grupo de científicos advirtió que podría ser necesario más tiempo. Del mismo modo que los primeras estimaciones realizadas en Wuhan, donde comenzó el brote de SARS-CoV-2, no conocían la enorme cantidad de casos asintomáticos y pre-sintomáticos que existían, y por eso calculó una incubación más corta, de 5,1 días, ahora, con más información sobre una incubación más larga, podría resultar conveniente extender las cuarentenas una semana más.
“Dado que el brote avanza rápidamente en el mundo, sobre la base de este análisis recomendamos que la ampliación del periodo de cuarentena de los adultos a 17 o 21 días podría ser más eficaz”, concluyó el estudio (un informe preliminar publicado en medRxiv) que dirigieron Bo Liao, de la Universidad Normal de Hainan, China, y Edwin Wang, de la Escuela de Medicina Cumming de la Universidad de Calgary, Canadá.
“Conviene observar que el brote se produjo durante el feriado del Año Nuevo chino”, señaló, para subrayar el cese de actividades, aunque también fue acompañado de mayores viajes. “Además, hasta ahora las escuelas y universidades han estado cerradas. Así, debido a la aplicación de las agresivas medidas de distanciamiento social, muchas personas en China han estado aisladas durante más de 60 días”.
Rossi A. Hassad, miembro del Colegio Nacional de Epidemiología de los Estados Unidos y de la Sociedad Real de Estadísticas del Reino Unido, ofreció una perspectiva similar en una columna para MedPage Today: “Aunque la OMS estimó que el periodo de incubación de COVID-19 podría ser de hasta 14 días, este límite se observó en realidad en una pequeña proporción de casos del síndrome respiratorio agudo grave (SARS)”, recordó. La evocación se justifica porque el nuevo coronavirus, aunque tiene una identidad genética del 86% con el que causó el SARS, ha causado una explosión de casos desconocida. “En el contexto de una epidemia de COVID-19 que se acelera y de una creciente incertidumbre, un límite superior más alto (posiblemente 21 días) para el período de incubación parece razonable y justificado en aras de la protección adecuada del público”, opinó el experto.
Citó también otro estudio, que realizó en febrero, de Zhong Nanshan, el científico que identificó el coronavirus del SARS, en el cual se hablaba de “un límite superior del periodo de incubación del COVID-19 de 24 días” en China.
“Sacar a alguien de la cuarentena antes de que finalice el período de incubación real de la enfermedad puede resultar desastroso si esa persona desarrolla posteriormente la enfermedad mientras no está contenida”, subrayó Hassad. “Debemos acertar con el límite superior del período de incubación, o podríamos arruinar el propósito de la cuarentena”.
La investigación de Bo y Wang es la que más casos analizó a este fin hasta este momento: 2015 personas, tanto hombres como mujeres y tanto adultos como niños. “Actualmente, el periodo de 14 días de cuarentena, establecido por la OMS, se basa en informes anteriores en los que se habían estudiado grupos pequeños de casos hospitalizados (10 y alrededor de 100, respectivamente); sin embargo, más del 80% de los casos de los adultos y el 95% de los casos de los niños no requirieron permanencia en hospitales”.
Es decir, habían quedado fuera del cálculo original.
“En consecuencia, nos preguntamos si el tiempo promedio de incubación actual es representativa de toda la población de COVID-19, y si el actual período de cuarentena es óptimo”, agregaron los investigadores. Porque, considerada pandemia, la enfermedad requiere “establecer un periodo óptimo de cuarentena para que aproximadamente el 95% de los casos que desarrollan síntomas se puedan retener en aislamiento”.
El rango total de la incubación que encontraron en las 2015 personas varió desde 0 días hasta 33 días. “Hubo 6 (0,13%) casos asintomáticos, incluyendo a 4 mujeres con una edad promedio de 25,5 años y 2 varones con una edad promedio de 36 años”, detallaron. “La media de incubación para los adultos, tanto mujeres como varones, fue similar (7 días) pero significativamente más breve que la de los casos de niños (9 días)”.
En todo caso, enfatizaron, siete días es casi dos días más que los 5,1 de aquellos casos hospitalizados originalmente en Wuhan que se tomaron como referencia. Coincidió Hassad en su columna: “A medida que aumenta el número de personas en cuarentena por el COVID-19 también aumenta la probabilidad de encontrar valores atípicos y un periodo de incubación de más de 14 días puede considerarse biológicamente plausible desde una perspectiva estadística y de probabilidad”.
El trabajo de Bo y Wang analizó cuatro generaciones de contagio: la primera, los casos importados de Wuhan; la segunda, los casos no importados de Wuhan y nuevos de transmisión comunitaria transmitidos por la primera generación o de causa desconocida; la tercera, casos nuevos derivados de la segunda generación y la cuarta, derivados de la tercera. “Los periodos de incubación de los casos no variaron de manera significativa entre una generación y otra, lo que sugiere que el virus no se ha adaptado rápidamente a los seres humanos”, explicaron.
Eso se verificó en el caso de pacientes contagiados por medio de microgotas con el coronavirus, que ingresaron al sistema respiratorio mediante superficies y objetos contaminados; en cambio, los que adquirieron el SARS-CoV-2 al comer, “la infección del tracto gastrointestinal que se produce por transmisión oral”, tuvieron “un período de incubación significativamente más largo, 9 días”
De manera llamativa, 233 casos, es decir el 11,6%, mostraron un tiempo de incubación “más largo que la cuarentena establecida por la OMS”. El análisis de los datos sugirió que “si los adultos se someten a un período adicional de aislamiento de cuatro o siete días”, es decir de 18 a 21 días en total, “se pondría en cuarentena con mayor eficacia al 96,2% o 98,3%”, respectivamente, para 18 y 21 días, de las personas que desarrollarían síntomas.
En su texto Hassad citó el caso de una mujer estadounidense de 83 años que dio positivo cuando se le realizó un análisis en Malasia, luego de haber desembarcado días antes del crucero Westerdam en Cambodia: “La mujer estuvo a bordo del barco durante más de 14 días y no informó que tuviera síntomas al desembarcar, por lo cual no fue testeada por COVID-10 en Cambodia antes de viajar por aire a Malasia”.
Por casos como ese, concluyó, el período de incubación “es un factor crítico para controlar la propagación de la enfermedad” como también lo es “el período de latencia, el tiempo entre el surgimiento de la infección y el momento en que se convierte en contagiosa”. La latencia del una enfermedad infecciosa “puede ser más corta o más larga que el período de incubación, lo que implica que una persona asintomática puede ser capaz de transmitir el virus”.
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