(Milán, especial para Infobae) Gobierno, empresas y el mundo de la cultura están poniendo en marcha un experimento social de manera involuntaria nunca antes visto en Italia. Tras dictaminarse la cuarentena por los avances de la epidemia del Covid-19 en ese país, 60,5 millones de personas fueron restringidas de salir a calle por otra razón que no sea comprar alimentos, trabajo o asistencia sanitaria.
El primer problema llegó de la mano de las clases de escuelas primarias y secundarias, suspendidas en la última semana de febrero. ¿Qué hacer con los niños en casa todo el día? ¿Se perdería el año académico? En menos de una semana asesores educativos, directores y profesores lograron levantar todo un sistema digital para llegar a sus alumnos a través de las computadoras.
Utilizando Zoom y plataformas diversas, así como una fluída comunicación por Whatsapp con los padres, los docentes lograron continuar con las clases de manera virtual. Sergio Salomone es docente en una escuela pública de la ciudad de Milán, y cuenta que cada escuela ha decidido de forma autónoma qué plataformas usar y qué actividades desarrollaría el docente. Según el maestro, nuevas didácticas están naciendo que complementarán a la escuela una vez que todo vuelva a la normalidad.
Así, el Ministerio de la Instrucción lanzó la web “Aprendizaje a distancia”, un entorno working progress para apoyar a las escuelas que activan el aprendizaje a distancia durante la emergencia del coronavirus.
Google y Microsoft pusieron a disposición sus plataformas para hacer encontrar a los chicos con los docentes, y a los docentes entre sí; surgieron comunidades, iniciativas de todo tipo, tutoriales y materiales multimedia de instituciones públicas y privadas. El Coronavirus fue la excusa que permitió este experimento a gran escala en lo referente al e-learning masivo, y todo lo que surja de esta situación, será la base para pensar por fin, la escuela del futuro.
Solidaridad digital
Otra de las plataformas que el gobierno italiano lanzó apenas comenzada la crisis es la de “Solidaridad Digital”, donde empresas digitales, startup y medios de comunicación, ofrecen sus servicios de manera gratuita para que los ciudadanos en cuarentena puedan disfrutar mientras están en sus casas.
Amazon Prime abrió por un días su plataforma de streaming, las empresas de telefonía sumaron megas gratis a sus planes, bibliotecas abrieron sus archivos, las plataformas para trabajar en equipos son furor,hay cursos de todo tipo y hasta abonos gratuitos a diarios nacionales.
En relación al trabajo desde casa, el Coronavirus también ha traído una experiencia enriquecedora a toda Italia. La gran mayoría de las oficinas ha optado por el teletrabajo o smartworking. La reorganización de la sociedad a causa de la crisis ha empujado a las empresas a innovarse y encontrar soluciones para seguir funcionando de una nueva manera. Los resultados que se están teniendo son más que satisfactorios.
Si bien la manera improvisada en que este sistema debió ser implementado trae naturalmente situaciones de confusión y de gestión, el trabajo remoto está paleando los costos del parate general y manteniendo la productividad de las empresas.
Entre las compañías que adhirieron a la Solidaridad Digital se encuentra Ufirst, una plataforma web con una App que permite, siempre gratuitamente, organizar los “turnos” tanto para hacer trámites en oficinas públicas como para las filas en el supermercado. Así, los comercios o farmacias por ejemplo, descargar la App, y desde una tablet van activando el contador que avisa a cada ciudadano cuándo puede entrar al negocio a su propio teléfono celular. La idea es justamente evitar los tumultos de personas y las largas filas.
La cultura a un click
Uno de los grandes problemas de la cuarentena en Italia es sin dudas el aburrimiento. Los principales museos del país, apuntando a levantar la moral de los ciudadanos, han lanzado iniciativas más que interesantes a través de sus redes sociales. Visitas guiadas virtuales, conciertos de piano, clases de arte o la digitalización de sus obras, son algunas de las opciones disponibles para que los italianos pasen su tiempo libre en el museo.
A estas ideas culturales se sumaron también los artistas, quienes están realizando también a través de sus redes sociales, conciertos en directo para sus fans. El famoso Jovanotti por ejemplo, todos los días organiza la Jova House Party, una fiesta de un par de horas donde hace videollamadas con otros artistas y tocan canciones juntos.
Desde hace unos días, las ganas de compartir de los italianos comenzó a sentirse también en la calle. Si bien no se puede salir de las casas, las personas se han organizado a través de las redes sociales y han comenzado a realizar flashmob desde sus ventanas y balcones. Aplausos masivos para los médicos, dj set para los vecinos, un himno cantado por todo el barrio o tocando cada uno su instrumento. En momentos de aislamiento, hay que sentirse acompañado.
¿Y qué pasa con el pase para el gimnasio? También el deporte se vio aggiornado a la crisis del Coronavirus: clases en vivo por Facebook y videos tutoriales para seguir por YouTube. Si no se puede usar las máquinas del gimnasio, los italianos están usando lo que tienen en casa para ponerse en forma.
Las redes sociales están sirviendo también en este momento tan difícil, para poner en contacto a los jóvenes del barrio con los adultos mayores, que por razones de seguridad no pueden salir a hacer las compras al supermercado. A través de Facebook o incluso webs de pequeñas localidades y pueblos, los adultos mayores encuentran jóvenes dispuestos a comprarles lo que necesitan, de manera altruista y solidaria.
Otras aplicaciones como Houseparty y Meeting Zoom permiten encontrar personas conectadas de las inmediaciones y hacer videollamadas simultáneas. El famoso aperitivo italiano no se para, solo se hace virtual.
Nacida también como iniciativa de la red, las familias con niños pequeños han comenzado a colgar en balcones grandes banderas con arco iris pintados a mano y la frase “Andrá tutto bene”, todo saldrá bien, contagiando un poco de optimismo en medio de la crisis.
A veces las crisis son oportunidades. Italia está afrontando una de las peores catástrofes sanitarias y económicas de su historia, y la sociedad está resistiendo estoica a esta situación. Estas iniciativas sociales, en estos tiempos, ayudan a pasar los días, y las experiencias que se están logrando a través del uso de la tecnología, tonificará al país cuando todo esto termine.
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