El balance global de muertos por coronavirus superó este lunes la barrera de los 7.000, de acuerdo al mapa de infectados creado por la universidad Johns Hopkins, en un momento en el que los gobiernos en Europa, el nuevo foco de la pandemia, y América se movilizan para cerrar fronteras y limitar la circulación de personas.
Desde el inicio del brote de COVID-19 en Wuhan, China, en diciembre de 2019, se han producido 7.074 muertes, con 179.073 casos confirmados en todo el mundo. Se registraron, además, 78.078 recuperaciones totales de personas que habían contraído la enfermedad.
Un virus nuevo
De acuerdo a un informe epidemiológico sobre el brote de coronavirus en China, la nueva cepa de coronavirus tendría una tasa de mortalidad del 2,3%, muy inferior a brotes anteriores, y afectaría con gravedad principalmente a las personas mayores de 70 años y a aquellos con condiciones médicas preexistentes.
El reporte publicado el 20 de febrero analiza 72.314 casos sospechosos de coronavirus y extrae las primeras conclusiones estadísticas sobre el alcance de la enfermedad que tienen al mundo en vilo.
Según se desprende de este estudio, 44.672 (62%) de los casos fueron confirmados como coronavirus mediante un test, mientras que 16.186 (22%) permanecen como sospechosos sin confirmar, 10.567 (15%) fueron diagnosticados sin test y 899 (1%) no presentaron síntomas.
Entre el total de confirmados, señala que se ha dado una concentración mayor de infectados entre los 50 y 59 años de edad, con el 22% de los casos. Un 19,2% corresponde a la franja 60-69, 8,8% a la 70-79, y 3,2% para la 80-89.
Entre los más jóvenes, se reportaron un 19,2% de casos entre los 40 y los 49 años de edad, un 17% para la franja 30-39, 8,1% para los de 20-29, 1,2% para los 10-19, y 0,9% para los de 0-9.
El 81% de los casos confirmados fueron leves, mientras que el 14% fueron severos y un 5% críticos.
El informe indica que el 74% de los contagiados (15.536) no tenía enfermedades preexistentes, mientras que el restante 25% registraba diferentes condiciones como enfermedades cardiovasculares (4,2%), diabetes (5,3%), enfermedad respiratorio crónica (2,4%), hipertensión (12,8%) y cáncer (0,5%). Aunque en este punto los investigadores aclaran que en el 53% del total de casos confirmados esta información no pudo ser recabada, por lo que su representatividad sería baja.
En lo referido a la tasa de mortalidad, se registraron 1.023 decesos, lo que significa un 2,3% entre los 44.672 confirmados. Se trata de una tasa mucho menor a la de los anteriores brotes de coronavirus conocidos como SARS (9,4%) y MERS (34,4%), aunque la cantidad de infectados con el COVID-19 es mayor. La tasa de mortalidad actual del COVID-19 es similar, entonces, a la estimación menor para la epidemia de Grip Española de 1918 (pero no a la mayor), y al mismo tiempo muy superior a la de la gripe común estacional, que suele rondar el 0,1% de los casos, de acuerdo a la agencia AP (aunque su tasa de morbilidad, o sea su frecuencia, es mucho mayor).
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