United Airlines, del International Airlines Group (IAG), British Airways, Aer Lingus e Iberia, Air France-KLM, easyJet, Finnair, Air New Zealand y Aeroflot dieron a conocer medidas drásticas para reducir costos después de que varios países, incluidos Alemania y España, cerraran sus fronteras. En tal sentido, Willie Walsh, jefe de IAG, demorará su retiro para dirigir al grupo a través de la emergencia que atraviesa. Al anunciar una reducción del 75% en la capacidad en los próximos dos meses, Walsh dijo que no había garantía de que muchas aerolíneas europeas sobrevivan a la pandemia por el coronavirus.
“La situación será bastante dinámica en las próximas semanas. Hay muchas aerolíneas que están muy estresadas con pocos o ningún recurso en efectivo”, dijo el ejecutivo aéreo. Y emitió un apocalíptico mensaje: no hay garantías de que algunas aerolíneas europeas sobrevivieran.
La pandemia del COVID-19 llevará a la quiebra a la mayoría de las aerolíneas de todo el mundo para finales de mayo a menos que los gobiernos y la industria tomen medidas coordinadas para evitar tal situación, advirtió una consultora del sector de la aviación.
Muchas aerolíneas probablemente ya se encuentran en bancarrota técnica o han incumplido significativamente los acuerdos de deuda, dijo la consultora con sede en Sidney CAPA Centre for Aviation en un comunicado el lunes. Las aerolíneas están agotando las reservas de efectivo rápidamente porque sus aviones no están volando y los que vuelan lo hacen a la mitad de su capacidad, señaló.
“Se necesitan medidas coordinadas del gobierno y la industria, ahora, para evitar una catástrofe”, dijo CAPA. De lo contrario, “salir de la crisis será como entrar en un campo de batalla brutal, lleno de víctimas”, dijo.
Es probable que la mayoría de las principales operadoras de los Estados Unidos, China y Oriente Medio sobrevivan gracias a la ayuda o el apoyo de los gobiernos a sus propietarios, dijo CAPA.Las aerolíneas se encuentran entre las principales víctimas corporativas del virus, ya que la pandemia frena el tráfico aéreo.
Aerolíneas como American Airlines Group Inc. o Qantas Airways Ltd., de Australia, han reducido su capacidad, mientras que algunas como la sueca SAS AB han despedido temporalmente a la mayoría del personal. Flybe, la mayor aerolínea regional de Europa, ya ha colapsado. Los operadores podrían enfrentarse a unas pérdidas de ingresos de hasta US$113.000 millones este año, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo.
Por su parte, Air France-KLM dijo que reduciría la capacidad operativa entre un 70 a 90 por ciento y que tenía una “trayectoria financiera muy deteriorada”. Dijo que agradecía las declaraciones de los gobiernos francés y holandés de que estaban estudiando todos los medios posibles para apoyar al grupo. Dijo que una serie de medidas de emergencia, que van desde ahorros de costos de €200 millones y planes para reducir las horas de los empleados, solo compensarían la reducción de capacidad a la mitad.
En tanto, United Airlines y Air New Zealand le han dicho al personal que comenzarán los procesos de redundancia, ya que las restricciones de viaje obligan a los transportistas a reducir su capacidad y a dejar en tierra decenas de miles de aviones reduciendo al mínimo su capacidad operativa, de acuerdo al diario Financial Times.
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