El coronavirus, cuyo principal foco está ahora en Europa, podría mantener al viejo continente a salvo de atentados terroristas, luego de que el grupo yihadista Estado Islámico recomiende a sus filas no viajar a los países afectados por la pandemia.
El ISIS, que ha sufrido fuertes bajas en los últimos meses y perdió sus principales bastiones en Irak y Siria, mantenía el llamado a atacar a los países occidentales. Sin embargo, su último comunicado hizo referencia al virus que brotó en China.
El texto difundido en el boletín de noticias Al-Naba señala un conjunto de “directivas de la sharia” (ley islámica), en el que instan a sus miembros a “cubrirse la boca al bostezar y estornudar”, según citó el periódico británico Sunday Times. En la publicación, también repasan otros consejos de salud como el lavado de manos frecuente.
En concreto, se refiere a la pandemia como “una plaga” y “una tormenta enviada por Dios a quien Él quiera”. En otro pasaje, apoyado por los hadices (hechos y dichos) del profeta Mahoma, reafirma: “Las enfermedades no atacan por sí mismas sino por orden y decreto de Dios”.
Sobre los viajes a Europa, el mensaje yihadista refirió: “Los sanos no deben entrar en la tierra de la epidemia y los afligidos no deben salir de ella”.
Agencias de inteligencia mantienen su vigilancia sobre casos sospechosos de “lobos solitarios” en Europa y posibles centros de radicalización.
En tanto, Medio Oriente no está a salvo de la pandemia. Irán es el tercer país más afectado, por detrás de China e Italia. En Irak se han reportado más de 70 casos y al menos ocho muertos por coronavirus.
En estos momento los extremistas apenas controlan territorios en Siria y en Irak, donde establecieron su “califato” a mediados de 2014, y a pesar de que siguen activos en ambos países y en otros de Oriente Medio y África, no hay población sometida territorialmente a sus dictámenes como ocurrió en el pasado.
Desde que el Estado Islámico perdió el dominio de esas áreas y el califato colapsó definitivamente en Siria hace un año, el grupo ha perdido protagonismo tanto sobre el terreno como en las redes sociales, donde se había distinguido en el pasado por su gran maquinaria de comunicación.
La cantidad y calidad de su propaganda ha disminuido en este tiempo, y aunque siguen publicando semanalmente Al Naba, los canales de difusión de sus publicaciones y comunicados se han visto restringidos desde el ciberataque coordinado por Europol el pasado noviembre contra miles de páginas con contenido yihadista.
(Con información de EFE)
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