En un comunicado transmitido desde la oficina del Guía Supremo Alí Khamanei, difundido a su vez por Al-Manar TV, el canal libanés oficial de Hezbollah, se informó esta semana que el coronavirus no es una tragedia de grandes dimensiones y que iraníes y libaneses han superado problemas más graves.
Sin embargo, apelando a la fe se pidió a las comunidades chiitas rogar a Dios buscando la intercesión del Profeta y se solicitaron oraciones para proteger a ambos países y a sus lideres de cualquier tipo de plaga. No obstante, para el régimen khomeinista en Teherán no hay que exagerar. El coronavirus se irá y aportará una experiencia conjunta en las acciones de la ciudadanía y los sectores gubernamentales que se convertirá en una gran fortaleza contra los enemigos del islám. Para ello, se pidió a los creyentes confrontar la pandemia con “una yihad sanitaria”.
Aun así, las autoridades sanitarias libanesas han tomado medidas que impiden el ingreso de pasajeros de vuelos comerciales provenientes de Irán e Italia, algo que no ha caído nada bien en la cupula de Hezbollah ni en Teherán, mas allá de los rumores de cuarentena de algunos lideres de la organización que incluyen a su secretario general, Hassan Nasrallah.
Las autoridades de Irán afirman que han constatado 2.732 casos de coronavirus en su país, los cuales han generado 87 victimas mortales. En Beirut, esa estadística no es tomada con seriedad por parte del Ministerio de Salud que dijo disponer de otras cifras a las brindadas por los khomeinistas y Hezbollah, y por primera vez, otros canales de television y medios de prensa escrita se han burlado de Al-Manar TV ridiculizando su informe, al que calificaron de irresponsable propaganda iraní.
Lo cierto es que los números que brinda el régimen de Teherán no concuerdan con los informes sobre el terreno que están brindando grupos opositores iraníes. La Organización Popular de Muyahedin de Irán, un grupo que dispone de fuentes y relevamientos propios dentro del país, dio a conocer sus informes el pasado miércoles indicando que tiene evidencia de hasta 1.052 personas fallecidas por el virus en todo el país.
Varios legisladores iraníes también expresaron sus razones para creer que los recuentos oficiales del gobierno están suprimiendo el número real de casos de contagios y de muertes.
Aun así, el comunicado de Khamenei ha dado connotaciones de una yihad santa a la lucha contra el flagelo: “Es mi deber ofrendar mi gratitud a nuestros creyentes que están haciendo la yihad por Dios confrontando con gran esfuerzo y valentía este ataque que nuestros enemigos han lanzado sobre el país", ha dicho Khamenei en su mensaje, al mismo tiempo pidió a Dios salud para los enfermos, misericordia a los muertos y paciencia a los sobrevivientes.
El Guía Supremo dijo también que cualquier acción que ayude a la propagación del virus es un pecado y que todos los ciudadanos iraníes deben obedecer al Ministerio de Salud o enfrentaran drasticas consecuencias. Sin embargo, tratando de tranquilizar a las comunidades chiitas, Khamenei describio el virus como una amenaza leve, no comparable a otros ataques diabólicos que el régimen ha enfrentado antes y aseguro que quienes sean los responsables de haber atacado a Irán con armas que diseminaron la enfermedad deberan estar preparados para pagar un alto costo por ello.
El coronavirus no es una tragedia tan grande, nuestras comunidades han superado problemas más graves. El virus afectará brevemente al país y se irá, agregó Khamenei. También afirmó, a pesar de los informes generalizados en sentido contrario, que su régimen informa con sinceridad y transparencia desde el primer día sobre el brote.
Lo cierto es que varios medios árabes refirieron a los comentarios de Khamenei de manera diferente. Medios de propaganda iraní como Al-Manar TV, en Libano, replicaron exactamente lo expuesto en el sitio web oficial de Khamenei, y calificaron al virus como una "operacion de guerra" contra Irán y las comunidades chiitas de la región usando incluso lenguaje mucho más beligerante que lo publicitado en el sitio web oficial del Guia Supremo mencionando la obligatoriedad de confrontar los hechos con una yihad sanitaria.
La agencia de medios saudita Al-Arabiya, publicó las palabras del Guia Supremo como: “no es una tragedia, es un ataque de los enemigos de la revolucion Islámica”. Arabia Saudita e Irán son rivales regionales y Teherán ha desafiado continuamente el control de Riad sobre las ciudades sagradas del Islam como La Meca y Medina. La agencia saudita ridiculizo la definicion de “yihad sanitaria”.
Sin embargo, la credibilidad iraní no solo está en discusión por parte de sus enemigos. Los propios miembros del gobierno han cuestionado la respuesta oficial a las autoridades de salud que reconocen algo más de 3.500 casos en el país. Los funcionarios de varias provincias descartaron ese número afirmando que las personas afectadas pueden superar los 10.000 o 12.000.
En un caso de desobediencia sin precedentes, el diputado iraní, Gholam Ali Imanabadi, califico esta semana las cifras oficiales "como una broma", declarando que tenía pruebas de que solo en Gilan, su provincia de origen, había cientos de casos más de los contabilizados de forma oficial por el gobierno.
Mohammad Hossein Qorbani, un colega de Imanabadi de la misma provincia, también acusó al gobierno de ser demasiado lento para ofrecer resultados de las pruebas, ya que según los informes, todos los kits de pruebas tienen que enviarse a Teherán para confirmar el coronavirus y manifesto su contrariedad porque Irán está utilizando kits de prueba de fabricación nacional de calidad cuestionable, ello a pesar de las declaraciones del presidente Hassan Rouhani, quien con orgullo anunció que Irán era el único país que fabrica kits de pruebas en la region en lugar de pedir ayuda a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En síntesis, ni las declaraciones de Rouhani ni el comunicado del Guía Supremo han logrado calmar a los miembros del Parlamento que están disgustados con el gobierno porque 23 de ellos han dado positivo al virus, y reclaman que Teherán hizo poco para proteger su salud. También entre los niveles más altos del gobierno iraní, uno de los varios vicepresidentes del país ha dado positivo al virus. Mientras que uno de los principales asesores de Khamenei se convirtió en el primer fallecido víctima de coronavirus en el gobierno esta semana.
Al mismo tiempo, segun agencias de noticias israelies, las contradicciones del regimen se manifiestan una vez mas en las declaraciones de Nasser Makarem Shirazi, un clérigo de los mas importantes del pais e integrante del consejo de juristas de 93 años, quien a pesar de ser un conocido negador del Holocausto y pertenecer a linea dura clerical, ha dicho que “el uso de la vacuna coronavirus hecha por los sionistas estará permitida para ser usada en Irán”.
Todo indica que “la Yihad Sanitaria” pedida por el régimen no esta funcionando en Irán. El país es el segundo con más casos a nivel mundial y el balance de la última semana ha ido en aumento en materia de victimas mortales.
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