El 17 de noviembre de 2019 sería la fecha del primer caso en el mundo de coronavirus (COVID-19). El paciente cero sería una persona de 55 años que vive en la provincia de Hubei, epicentro de la epidemia que tiene en vilo al mundo.
Miembros de la comunidad médica, que hablaron bajo condición de anonimato, afirmaron que solo hasta finales de diciembre en los hospitales chinos se supo que se enfrentaban con una nueva enfermedad. Y solo hasta enero de 2020 se informó oficialmente del brote del virus en la ciudad de Wuhan.
Ahora que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia, científicos trabajan contra el reloj e intentan mapear el patrón de transmisión temprana del COVID-19. Los investigadores intentan comprender cómo se propagó la enfermedad y cómo los casos no detectados y no documentados contribuyeron a su transmisión. Todo esto dará las herramientas necesarias para controlar el virus, informó South China Morning Post.
Tras revisar información confidencial del Gobierno, el diario chino pudo saber cuán rápido se propaga el virus en sus primeros días. Desde el primer caso el 17 de noviembre, la cifra fue aumentando. Para el 15 de diciembre el total de personas con coronavirus era de 27. Y para finales de 2019, el número de infectados era de 266. El primero de enero la cifra aumentó a 381.
El 27 de diciembre, Zhang Jixian, médico del Hospital Provincial de Medicina Integrada China y Occidental de Hubei, advirtió a las autoridades de salud que la enfermedad que padecían los pacientes era el nuevo coronavirus.
Mientras tanto, científicos e investigadores intentan ubicar al paciente cero, conocer su identidad, y así poder rastrear con certeza cuál fue la fuente que originó el Covid-19, que se cree que saltó a los humanos de un animal salvaje, posiblemente un murciélago.
Según la OMS, el primer caso de coronavirus en China ocurrió el 8 de diciembre. Sin embargo, la organización se basa en los datos que las autoridades oficiales proporcionan.
Por otra parte, el doctor Hu Ke lleva casi dos meses atendiendo en condiciones muy duras a pacientes críticos en la ciudad de Wuhan. En una entrevista con EFE advierte de que el virus “no distingue edades”, aunque la mayoría de los casos está entre 40 y 50 años.
Hu, de 55 años, trabaja en el Hospital del Pueblo de la Universidad de Wuhan, donde es además profesor de medicina pulmonar y forma parte del equipo de expertos médicos designado por la provincia de Hubei para combatir la enfermedad.
Ha visto a muchos pacientes morir ante sus ojos, lo que le hizo sentirse “muy pequeño e impotente”, pero se alegra porque la situación ha “mejorado mucho” en comparación con hace apenas unas semanas, cuando los enfermos se amontonaban a las puertas de su hospital y escaseaban los equipos médicos imprescindibles para atenderles.
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