Europa amaneció con señales positivas en su sistema financiero, tras el catastrófico jueves negro. Las bolsas más importantes del continente experimentaron subas de entre 7 y 15 por ciento en las primeras horas del día. Sin embargo, el efecto se fue diluyendo. Hacia el cierre de la jornada, Londres sube apenas un 1,68%, Frankfurt gana apenas 0,09%, París sube 1,3% y Milán trepa 6,3 por ciento.
El optimismo se trasladó a Estados Unidos. Primero con las cotizaciones de futuros, que mostraban un fuerte repunte. El índice S&P 500 cotizó 3,34% arriba; el Dow Jones, 2,97%; y el Nasdaq, 3,75 por ciento.
La apertura formal de Wall Street mantuvo los buenos indicadores, con subas en torno al 5 por ciento. Pero también se fueron aplacando. El S&P 500 sube 2,25%, a 2,538 puntos; Dow, 2,3%, a 21,689; y el Nasdaq 2,11%, a 7,353.
Por el momento, las subas están lejos de las caídas experimentadas el jueves, las peores desde 1987. El S&P 500 cerró con una baja de 9,5%, a 2.480; el Dow Jones con una de 9,99%, a 21.200 puntos; y el Nasdaq con una de 9,43%, a 7.201.
El Europa, el CAC 40 de París se hundió más del 12% para registrar su mayor pérdida en un día desde que se creó el índice a finales de 1987. El FTSE 100 de Londres y el DAX 30 de Frankfurt, mientras tanto, tuvieron sus mayores caídas en un día desde finales de 1980, con pérdidas de alrededor del 10-12 por ciento el jueves. Los principales mercados bursátiles de Europa han perdido, en promedio, alrededor de un quinto de sus valores en solo una semana.
Viernes negro en Japón
La Bolsa de Tokio cerró este viernes con un desplome del 6,08% del Nikkei, su principal indicador, en otra jornada marcada por la alta volatilidad y el nerviosismo por el impacto del nuevo coronavirus, en la que el índice llegó a perder más del 10 por ciento. Las pérdidas fueron de 1.128,58 puntos y terminó la semana en 17.431,05 enteros, mientras que el Topix, que agrupa a la firmas de la primera sección, las de mayor capitalización del mercado, retrocedió 66,18 puntos o un 4,98 %, hasta los 1.261,70 enteros.
El índice referencial del parqué tokiota llegó hoy a sufrir una caída intradía de 1.869 puntos, la mayor en 30 años, y cerró en su nivel más bajo desde el que registró en noviembre de 2016 en medio de la inquietud por el Brexit.
El Nikkei abrió ya mostrando una clara tendencia bajista del 2 % y en pocos minutos entró en caída libre, tras asimilar los descalabros bursátiles mundiales de la víspera ante la preocupación por las medidas de contención del virus cada vez más duras y lo que, para los inversores, está siendo una respuesta insuficiente por parte de las autoridades nacionales.
A lo largo de la jornada, el índice referencial moderó su caída y recuperó terreno conforme surtía efecto la artillería de liquidez desplegada por el banco central nipón, aunque esto no fue suficiente para evitar el desplome final superior al 6 %.
El Banco de Japón (BoJ) efectuó una aportación masiva de liquidez en dos tramos por valor de 700.000 millones de yenes (5.918 millones de euros/ 6.631 millones de dólares) a través de compra de bonos soberanos, y tras celebrarse hoy una reunión extraordinaria entre responsables del Gobierno nipón y del banco central para tratar de mitigar el pánico que se apoderaba del parqué tokiota.
Todos los sectores del parqué registraron pérdidas, encabezadas por los de la minería, el inmobiliario y el del transporte aéreo.
El grupo tecnológico y de telecomunicaciones Softbank acaparó el mayor volumen de operaciones y terminó con un descenso del 5,04 %, seguido del gigante textil Fast Retailing, propietario de la cadena de tiendas Uniqlo, que perdió un 5,36 %.
En la primera sección, 2.100 empresas retrocedieron, 64 avanzaron y solo una terminó sin cambios.
El volumen de negociación ascendió a 4,89 billones de yenes (41.362 millones de euros), una cantidad inusualmente alta, que refleja la frenética actividad de la jornada, frente a los 3,78 billones de yenes (32.274 millones de euros) de la víspera.
Con información de EFE
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