La precaución frente a los contagios no acaba cuando un paciente muerte, ya que el virus Covid-19 puede seguir latente en los cuerpos. Por ello, el gobierno español emitió un protocolo para el manejo de los cadáveres en el caso de personas infectadas con la enfermedad.
El Ministerio de Sanidad dispuso que no se realicen autopsias a las víctimas fatales sospechadas de tener coronavirus. Esta disposición podría dificultar tener cifras precisas sobre las causas de muerte (y, por consiguiente, la mortalidad de este virus) o un diagnóstico final sobre si la persona tenía o no la enfermedad, pero fue considerada necesaria para minimizar la posibilidad de contagio.
Según explica el documento, “los riesgos habituales del trabajo en la sala de autopsia surgen del contacto con materiales infectivos, especialmente por salpicaduras, más que por inhalación de material infeccioso”. Además, destacan que los pulmones y otros órganos “pueden contener virus vivos”, que pueden esparcirse durante procedimientos como el uso de motosierras o el lavado de intestinos.
En caso que haya indicaciones clínicas fundamentadas que ameriten una autopsia, se informará a las autoridades sanitarias. El personal debe ser el esencial y contar con protección respiratoria complementaria durante el procedimiento. Serán ellos mismos los encargados de limpiar y desinfectar las superficies. Posteriormente, quedarán en un listado y con la obligación de autoviligar cualquier síntoma respiratorio durante dos semanas.
Una vez terminada la autopsia, el cadáver “debe introducirse en una bolsa sanitaria estanca biodegradable”, en la misma habitación de aislamiento. La bolsa debe ser pulverizada con desinfectante y, si el cierre es con una cremallera, se deberá sellar con un pegamento u otra sustancia que asegure el hermetismo.
Así, los familiares no podrán tener un adiós a ataúd abierto: la bolsa puede ser introducida en un féretro normal, pero no reabierta. Además, el cuerpo puede ser enterrado o incinerado, ya que las autoridades aclararon que las cenizas pueden manipularse sin riesgo.
El ministerio también explicó que la guía se complementa con las Directrices de la Organización Mundial de la Salud publicadas en 2014 sobre Prevención y control de las infecciones respiratorias agudas con tendencia epidémica y pandémica durante la atención sanitaria.
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