Wall Street volvió a cerrar este miércoles con fuertes bajas, en un contexto de incertidumbre y volatilidad frente a los planes de estímulo avanzados por EEUU y la Unión Europea (UE) y la decisión del Banco de Inglaterra de recortar los tipos de interés para enfrentar los efectos del coronavirus, y luego de que la Organización Mundial de Salud (OMS) declarara a esta enfermedad como una pandemia.
El martes la bolsa de Nueva York había rebotado un 5%, luego de un derrumbe el lunes cercano al 8%.
Así, el índice industrial Dow Jones cerró este miércoles con una baja del 5,86%, mientras que el S&P500 cayó un 4,89% y el Nasdaq un 4,70%.
Las bolsas europeas, que habían abierto hoy con crecimiento, se desinflaron, al igual que ocurrió ayer, y cerraron con leves bajas. A la espera de lo que haga mañana el Banco Central Europeo (BCE) y después de cruzar del verde al rojo en varias ocasiones, Londres cerró a las 16:30 GMT con pérdidas del 1,40 % ; Frankfurt perdió un 0,35 %; París, un 0,57 %; Madrid un 0,60 %; por el contrario Milán marcaba una leve suba del 0,33 %.
En todos los casos, la cotización ha mostrado en las últimas horas una extrema volatilidad, sobre todo tras conocerse que la Bolsa de Nueva York se hundía poco después de la apertura, ante interrogantes sobre las medidas de apoyo económico que planea presentar el gobierno de Estados Unidos para aliviar los efectos de la epidemia.
Previamente, las principales bolsas de Asia habían cerrado con pérdidas: Tokio se ha dejado, un 2,27 %; Hong Kong, un 0,63 %; Shanghai, un 0,94 %, y Seul, un 2,78 %.
En el ánimo de los inversores puede estar pesando el aviso que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dirigió ayer a los líderes de la UE. Según la agencia Bloomberg, sin una acción coordinada y urgente de los socios comunitarios, la expansión del coronavirus podría provocar un escenario similar al que se vivió durante la crisis financiera de 2008.
La consultora Markit cree que la economía de la zona del euro podría entrar en recesión este año, especialmente por la previsible evolución negativa de Alemania e Italia.
De momento, las previsiones pesimistas superan al efecto positivo de algunas de la medidas que se han ido conociendo en las últimas horas.
El Banco de Inglaterra ha recortado hoy los tipos de interés en medio punto y los ha dejado en el 0,25 %, con lo que se suma a la Reserva Federal de EEUU y a los bancos centrales de Australia y Canadá.
En el ámbito político, la canciller alemana, Angela Merkel, se ha mostrado dispuesta a flexibilizar el objetivo de “déficit cero” para atajar la situación “extraordinaria” causada por la epidemia.
Además, el Gobierno italiano ha aprobado este miércoles un desembolso de 25.000 millones de euros para hacer frente a las consecuencias sociales y económicas del coronavirus.
Este martes, el presidente de EEUU, Donald Trump, planteó al Congreso un plan de estímulo que incluye rebajas fiscales y medidas de apoyo a sectores como el turístico o el del transporte. Las medidas aún no han sido detalladas.
También ayer, la UE anunció un plan para proporcionar liquidez a las empresas de los países comunitarios.
La iniciativa estará dotada inicialmente con 7.500 millones de euros, aunque la cifra podría elevarse hasta los 25.000 millones.
Petróleo, a la baja
El precio del petróleo de Texas (WTI) para entrega en abril también caía este miércoles el 4,71 % debido a la crisis del coronavirus y la escalada de tensiones entre Rusia y Arabia Saudita, que no parecen estar cerca de negociar el fin de su guerra de precios.
A las 16:00 hora local el barril cotizaba a 32,74 dólares en la Bolsa Mercantil de Nueva York tras perder 1,38 dólares.
A la misma hora, el barril de Brent perdía el 0,20%, por un valor de 35,73 dólares.
Los precios del crudo se preparaban para una jornada volátil en una semana en la que el barril de crudo ha llegado a desplomarse más de un 20 % el lunes, aunque en la sesión de ayer martes rebotó casi un 10 %.
Todo esto se produce como consecuencia de la falta de acuerdo entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y su principal aliado, Rusia, para recortar en 1,5 millones de barriles por día la producción de crudo por la crisis del coronavirus de Wuhan (COVID-19).
Tras el fracaso en las negociaciones, Arabia Saudita anunció la reducción drástica de los precios del petróleo y desde hace unos días se prepara para aumentar la producción en el marco de una agresiva campaña para arrebatar cuota de mercado a Rusia.
El ministro de Energía saudí anunció que esperan llegar a los 13 millones de barriles por día.
"Este movimiento atrevido de Arabia Saudita de aumentar a esos niveles la producción confirma que Riad está tratando de presionar al máximo tanto a Rusia como a Estados Unidos”, dijo la analista de Economist Intelligence Unit Cailin Birch en declaraciones a CNBC.
La disputa entre Arabia Saudí y Rusia, que continúa amenazando seriamente a los dividendos de las grandes petroleras, llega justo en un momento en el que la demanda está por los suelos tras la caída de los desplazamientos por la crisis del COVID-19.
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