Rusia y China están aprovechando la epidemia de coronavirus que se extiende por el mundo para su beneficio político. No es novedad que estos países tienen enormes recursos para manipular la información que se difunde a través de las redes sociales. Tampoco, que interfirieron en las elecciones presidenciales estadounidenses. Pero esta vez, se metieron con la salud de millones de personas. Tampoco son los únicos. El presidente estadounidense Donald Trump también hizo su aporte difundiendo información falsa sobre la epidemia en entrevistas de televisión y en sus habituales tuits. La política internacional aprovecha el temor generalizado por un virus que avanza y mata para manipular la opinión pública.
Funcionarios estadounidenses están advirtiendo desde hace semanas que a través de su enorme red de hackers y trolls Rusia está intentando imponer la idea de que el coronavirus Covid-19 “fue desarrollado por la CIA y `plantado´ en China” o que “un laboratorio secreto del gobierno de Estados Unidos tuvo un accidente y dejó escapar el virus que estaban desarrollando para atacar a Moscú y Beijing”. Estos y otros ejemplos fueron expuestos ante un comité de la Cámara de Representantes por Lea Gabrielle, coordinadora del Global Engagement Center, la oficina de contrapropaganda del Departamento de Estado. También reveló que casi 2 millones de tweets en un período de tres semanas alimentaron teorías conspirativas relacionadas con el coronavirus.
Gabrielle dijo que los mensajes vinculados a Rusia, a través de “sitios web de representación estatal” y cuentas falsas en línea, fueron parte de un esfuerzo por “aprovechar una crisis de salud, donde la gente está aterrorizada en todo el mundo, para tratar de imponer sus prioridades”. La semana anterior, fuentes del Departamento de Estado ya habían acusado al Kremlin de utilizar perfiles falsos en Twitter, Facebook e Instagram para difundir rumores falsos sobre el coronavirus como, por ejemplo, que la CIA había desarrollado el virus como arma biológica. “Al difundir la desinformación sobre el coronavirus, los `actores malignos rusos´ vuelven a elegir amenazar la seguridad pública en vez de concentrarse en la respuesta de salud global”, dijo al diario The Guardian, Philip Reeker, subsecretario de Estado para Europa y Eurasia.
Esas mismas cuentas de las redes sociales originadas en Rusia lanzaron noticias falsas durante las últimas elecciones primarias demócratas: “Recordatorio, votantes de Biden y Bloomberg, las primarias de #supertuesday se pasaron al miércoles debido a la epidemia de coronavirus. Por favor retweet para difundir. #teambiden #teambloomberg”. Otros, aprovechando el hecho de que el coronavirus afecta particularmente a las personas mayores difundieron que “los votantes mayores de sesenta años deben abstenerse de ir a votar para evitar el contagio”. La interpretación de los analistas de medios es que el gobierno de Vladimir Putin estaba intentando apuntalar la candidatura de Bernie Sanders como lo hizo hace cuatro años con la de Donald Trump. Una investigación del corresponsal Kevin Collier de la NBC muestra que la plataforma Facebook ya desplegó una estrategia para proteger a sus usuarios ante la posibilidad de que las teorías conspirativas sobre el coronavirus u otra información falsa acerca de la propagación de la enfermedad pudieran aprovecharse para disuadir a los votantes de no acudir a las urnas en las primarias demócratas o las elecciones generales de noviembre. Facebook también está monitoreando muy de cerca los posteos y las publicidades relacionados con la enfermedad en su plataforma. Entre otras cosas, están mostrando “ventanas emergentes (pop-ups) educativas” a todos los que buscan información sobre el coronavirus y bloqueando los anuncios que ofrecen “productos mágicos” para evitar el contagio o los que venden “mascarillas que dan un 100% de protección”.
Según el Global Engagement Center, Rusia utiliza para difundir las noticias falsas sobre la enfermedad las mismas cuentas y plataformas que antes usó para difundir “fake news” sobre la guerra Siria, la revuelta de los Chalecos Amarillos de Francia o las protestas de Chile. Uno de los mensajes más “exitosos” de esa maquinaria de hackers y trolls es el que culpa a la Fundación de Bill y Melinda Gates de “desarrollar el virus para ser utilizado como arma biológica”.
China también ha estado usando Internet para controlar la historia en su propio beneficio. Según un informe publicado esta semana por investigadores del Citizen Lab de la Universidad de Toronto titulado “Contagio censurado: cómo se maneja la información sobre el coronavirus en las redes sociales chinas”, el gobierno de Beijing manipula los mensajes a través de la censura de las palabras clave relacionadas con el tema en las redes sociales y plataformas chinas.
La plataforma YY, de livestreaming (transmisión en vivo), y el servicio de mensajería WeChat están imponiendo la censura progubernamental desde hace meses. YY, eligió un conjunto de palabras claves que no se podían mencionar en sus mensajes y las almacenó dentro de la propia aplicación. Los investigadores canadienses realizaron ingeniería inversa de la aplicación y encontraron la lista completa, que incluye caracteres chinos para frases como “Neumonía desconocida de Wuhan” y “Mercado de mariscos de Wuhan”. Ya el 31 de diciembre, semanas antes de que el gobierno chino revelara la existencia de la epidemia, la censura estaba en marcha.
WeChat, manipuló los mensajes a través de los servidores de la propia empresa. Esto hizo más difícil para los informáticos canadienses encontrar las claves que no se podían mencionar, pero lo lograron a través de extraer el contenido de los artículos de las portadas de un conjunto de 31 fuentes de noticias con sede en China, Taiwán y Hong Kong, incluidos People’s Daily, South China Morning Post, China National Radio y China Central Televisión. Luego, enviaron los textos a un chat grupal de WeChat compuesto por tres cuentas de prueba diferentes: una registrada en China y dos registradas en Canadá. De esa manera comprobaron que lo que se podía leer en la cuenta china estaba censurado y que esa censura no alcanzaba a los servidores canadienses. Cada vez que aparecía en caracteres chinos la combinación de palabras como “Epidemia + Neumonía + Xi Jinping + Comité Central” o “Epidemia + Presidente Xi + Unidad” desaparecían de inmediato de la red. Otro grupo de combinaciones de palabras clave censuradas son “Wuhan + CCP + Crisis + Beijing”, “Wuhan + Virus + Transmisión de humano a humano”, “Centros para el Control de Enfermedades + Estados Unidos + Coronavirus”. Luego, cuando la epidemia se extendió desde Wuhan y terminó en la cuarentena de millones de personas, se borraban automáticamente los mensajes que contuvieras la combinación “Neumonía + Virus + Quarentena + Control de enfermedades + Prohibición de viajar” y luego, “Barbijos + Taiwán + Exportar + Virus” o “Fallecimiento + Neumonía + Wuhan. También apareció censurado el nombre del fallecido médico Li Wenliang, que fue el primero en denunciar que estallado la epidemia y sufrió el acoso de agentes del gobierno.
Rusia y China utilizan las mismas armas para la desinformación en línea, aunque sus objetivos son diferentes. Fiel a su estilo, el enfoque de Rusia para la manipulación se centra más en influir en el comportamiento y causar pánico fuera de sus propias fronteras, mientras que la estricta censura de China sobre el contenido relacionado con el coronavirus está principalmente dirigida a su propia población, prevenir el pánico y evitar que los ciudadanos señalen a las autoridades como responsables. Y más allá de los objetivos ruso-chinos, para la convivencia internacional y la lucha global contra una epidemia como la del Covid-19, las manipulaciones de ambos países aparecen como demasiado peligrosas para sus poblaciones y el resto del mundo.
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