Científicos chinos hallaron dos tipos de coronavirus, uno más peligroso que el otro: pero el trabajo generó más dudas que certezas

El estudio de académicos de Beijing fue refutado por colegas europeos que aseguran que lo presentado no demuestra que hubiera dos cepas de COVID-19

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Foto del miércoles de un
Foto del miércoles de un empleado con ropas de protección preparado para tomar la temperatura de los visitantes en el aeropuerto de Pekín. Mar 4, 2020. REUTERS/Thomas Peter

La enfermedad está a punto de alcanzar los 100 mil infectados, mientras las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierten que los países no hicieron lo suficiente para controlar el brote en el planeta. Ahora, científicos en China que estudian la epidemia del nuevo coronavirus COVID-19 anunciaron el hallazgo de dos tipos principales de la enfermedad que podrían estar causando infecciones. Pero, ¿es realmente así?

Los investigadores, de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Beijing y del Instituto Pasteur de Shanghái bajo la Academia de Ciencias de China, advirtieron que su análisis examinó un rango limitado de información y dijeron que se necesitan estudios de seguimiento con conjuntos de datos más grandes para comprender mejor la evolución del virus. Sin embargo, lanzaron la información que fue refutada por otros colegas de Europa.

El estudio preliminar chino encontró que un tipo más agresivo del coronavirus asociado con el brote de la enfermedad en Wuhan representa aproximadamente el 70% de las cepas analizadas, mientras que el 30% está relacionado con un tipo menos agresivo.

La prevalencia del virus más agresivo disminuyó después de principios de enero de 2020, dijeron, lo cual hubiera sido una buena noticia.

Estos hallazgos respaldan firmemente la necesidad urgente de más estudios inmediatos e integrales que combinen datos genómicos, datos epidemiológicos y registros gráficos de los síntomas clínicos de pacientes con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19)”, escribieron en su estudio.

Los hallazgos fueron publicados el martes en la National Science Review, revista de la Academia de Ciencias de China. También el miércoles, una de las principales asociaciones médicas de China confirmó que el período medio de incubación del coronavirus es de cinco a siete días, con un máximo de 14 días.

Se ha observado una caída en los nuevos casos de la enfermedad tras las severas restricciones impuestas en la segunda economía más grande del mundo para detener su propagación, incluidos los vetos al transporte y la extensión de las vacaciones por el Año Nuevo Lunar.

Un guardia de seguridad con
Un guardia de seguridad con una máscara facial es visto afuera de un templo cerrado cuando el país se ve afectado por un brote del nuevo coronavirus en Shanghai, China (Reuters)

Todas las nuevas muertes salvo una se registraron en la provincia de Hubei, el epicentro del brote.

Los autores del estudio -encabezados por Jian Lu- reconocieron que sus conclusiones son muy preliminares y se basan en una muestra muy pequeña de virus. Las variaciones que encontraron deberán observarse en otros pacientes, y sus diferencias genéticas deberán compararse con los informes médicos y epidemiológicos, de acuerdo al diario Los Angeles Times.

Cuestionamientos

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue cauta y pidió que no se “sobreinterprete” el hallazgo al afirmar que no “es fundamentalmente un virus diferente”. Otros científicos especializados en el área y con experiencia en la materia, también reprobaron el paper y señalaron que deberían retractarse. “Dos de las afirmaciones clave hechas por este documento parecen haber sido alcanzadas por un malentendido y una interpretación excesiva de los datos del SARS-CoV-2, con un análisis adicional que sufre limitaciones metodológicas”, señaló el documento firmado por Oscar A. MacLean, de la Universidad de Glasgow, en el Reino Unido.

Esta crítica se refiere a la afirmación de que hay dos “tipos principales” claramente definibles de SARS-CoV2 en este brote y que tienen tasas de transmisión diferenciables (...). En la actualidad, no hay evidencia de que ninguna de estas 111 mutaciones tienen alguna importancia en un contexto funcional de infecciones dentro del huésped o tasas de transmisión. Además, cuando elige definir ‘tipos’ únicamente sobre la base de dos mutaciones, no es intrigante que estos 'tipos’ se diferencien por esas dos mutaciones”, señala el trabajo de refutación.

La respuesta hecha por científicos
La respuesta hecha por científicos de la Universidad de Glasgow al trabajo de los chinos sobre un segundo tipo de COVID-19

Sobre el final de su estudio, los académicos del equipo conformado en Glasgow señalaron que deberían retractarse antes de sumar más confusión en la comunidad: “Dados estos defectos, creemos que deben retractarse de su trabajo, ya que las afirmaciones hechas en él son claramente infundadas y corren el riesgo de difundir información errónea peligrosa en un momento crucial del brote”, dice el documento.

Al conocer el informe chino, el reconocido genetista y profesor de Evolución Molecular de la Universidad de Edimburgo, Andrew Rambaut, escribió en su cuenta de Twitter sobre la precaución que había que tener respecto a esa conclusión a la que arribaron desde Beijing. Cuando las muestras secuenciadas genéticamente representan un subconjunto pequeño y aleatorio de todas las infecciones, los tipos de variaciones genéticas observadas por los científicos son “totalmente esperados”, escribió. “La primera regla de la filogenética del virus: si parece que el virus se comporta de manera diferente, el 99% de las veces se debe a la epidemiología”, concluyó.

(Con información de Reuters).

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