Turquía y Rusia alcanzaron un acuerdo el jueves sobre un alto el fuego en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, que entrará en vigencia a la medianoche, informó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
“A las 00:01 de esta noche, como a partir de la medianoche, se pondrá en marcha el alto el fuego”, dijo Erdogan, luego de un encuentro que se prolongó durante seis horas con su homólogo Vladimir Putin en Moscú.
“Hemos acordado un documento conjunto”, dijo Putin, agregando que espera que “sirva como una buena base para terminar los combates en Idlib y el sufrimiento de la población civil”.
El líder ruso calificó de “positivo” el resultado de la reunión con Erdogan en Moscú y confió en que permitirá “poner fin al sufrimiento de la población civil” en Siria.
Putin indicó que Moscú no siempre comparte las valoraciones de Ankara sobre la situación en Siria, pero en "momentos críticos" las partes logran encontrar puntos comunes y "dar con decisiones aceptables".
“Lo mismo ocurrió hoy”, aseguró el jefe del Kremlin, quien recordó que esta es su tercera reunión con Erdogan en lo que va de año.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, informó de que las partes acordaron que el cese de las hostilidades se aplique dentro de la zona de desescalada de la tensión de Idlib a partir de las 00:01 hora local (22:01 GMT de hoy).
Además, Moscú y Ankara consensuaron la creación de “un corredor de seguridad” a lo largo de la carretera M4, que une Alepo con Latakia.
Ese corredor, puntualizó Lavrov, que estaba acompañado por su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu, tendrá una profundidad de “6 kilómetros al norte y 6 kilómetros al sur”.
Los términos específicos del funcionamiento de este corredor de seguridad serán acordados en un plazo de siete días por los ministerios de Defensa de Rusia y Turquía.
Los dos países también comenzarán un patrullaje conjunto a lo largo de la carretera M4 a partir del 15 de marzo, explicó el jefe de la diplomacia rusa, minutos después de que Putin y Erdogan anunciaran el acuerdo para frenar la escalada de la violencia en Idlib.
Más temprano, las Naciones Unidas habían manifestado que el conflicto en la provincia siria de Idlib supone “una de las peores crisis” que sufre el país en sus casi nueve años de guerra y ha reclamado una “solución diplomática inmediata” para resolverlo y garantizar la protección de los civiles.
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, ha recordado que “Idlib es un lugar en el que están refugiados más de tres millones de civiles, incluidos aquellos que viven con miedo a vivir bajo la autoridad del Gobierno”.
“Más de 900.000 personas se han visto desplazadas desde el 1 de diciembre. Las mujeres y los niños suponen el 81 por ciento de los nuevos desplazados”, ha detallado, antes de denunciar que “la infraestructura civil, incluidas instalaciones médicas y escuelas, siguen sufriendo daños y siendo destruidas”.
Pedersen ha recordado además que en la provincia se encuentran además “combatientes que se negaron a reconciliarse con el Gobierno” y donde la organización terrorista Hayat Tahrir al Sham (HTS) “es una fuerza importante” que “ha cometido y sigue cometiendo actos de violencia contra el Gobierno, sus aliados y los civiles”.
Con información de AFP, EFE y EuropaPress
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