Los diputados franceses adoptaron el miércoles en primera lectura el proyecto de reforma de las pensiones, que provocó un gran movimiento de protesta en el país y está considerado por el presidente Emmanuel Macron como una de las iniciativa clave de su mandato.
El proyecto fue aprobado en la primeras horas del miércoles después de que la mayoría presidencial rechazase dos mociones de censura de la oposición.
El sábado, el gobierno decidió utilizar el artículo 49-3 de la Constitución que permite adoptar un texto legislativo sin voto del Parlamento, después de que el primer ministro Edouard Philippe denunciase la “obstrucción” de la izquierda radical, que había presentado miles de enmiendas para volver más lento el debate.
Solo un éxito de las mociones de censura podía impedir la aprobación de la reforma tendiente a crear un “sistema universal” de jubilación por puntos.
Pero las dos mociones propuestas por la oposición de derecha e izquierda fracasaron por amplio margen.
Edouard Philippe insistió en que se trata de una reforma de “justicia social” y afirmó que se hubiesen necesitado “ocho semanas”, incluyendo los sábado y domingos, para estudiar todas las enmiendas propuestas.
“Ustedes han fracturado el país”, respondió la diputada socialista Valérie Rabault, mientras que Jean-Luc Mélenchon (izquierda radical) prometió la continuación de una “guerrilla popular y parlamentaria pacífica”.
Este proyecto clave del presidente Macron provocó a partir de inicios de diciembre huelgas de gran duración, sobre todo en el transporte público, pero también entre los abogados o en la Ópera de París, entre otros.
En el momento más fuerte de la movilización, hubo hasta 1,8 millones de manifestantes en las calles, según las cifras de la CGT, uno de los principales sindicatos.
Los diputados examinarán ahora la segunda parte de la reforma, tras lo cual pasará al Senado, donde el oficialismo tiene mayoría. La adopción final del proyecto se espera para mitad de año.
(Con información de AFP)
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