El gobierno estadounidense ordenó este lunes a Beijing reducir a casi la mitad de personal chino de sus medios de comunicación estatales en Estados Unidos. Según consignó la Casa Blanca, la decisión responde a la “sostenida intimidación y acoso a periodistas” por parte de Beijing.
El Departamento de Estado indicó que cinco medios chinos, que equiparó el mes pasado con misiones diplomáticas, podrán emplear a un máximo de 100 ciudadanos chinos a partir del 13 de marzo, en lugar de 160 como hasta ahora.
Entre estos figuran la agencia Xinhua, la cadena China Global Television Network, la radio China Radio International y el periódico China Daily.
Estados Unidos no expulsará a los 60 empleados chinos de esos medios que dejarán de entrar en el cupo. En teoría podrán buscar trabajo en otro lugar, aunque se prevé que muchos se vean obligados a abandonar el país.
La decisión llega dos semanas después de que el régimen chino expulsara a tres periodistas del diario estadounidense The Wall Street Journal luego de que, en el marco del avance del coronavirus en el país asiático, se publicara en el medio un artículo de opinión que consideró despectivo y racista.
El artículo en cuestión fue titulado “China, el verdadero enfermo de Asia”. Escrito por el reconocido analista internacional Walter Russell Mead, profesor del Bard College, también criticó la respuesta inicial del gobierno chino para hacer frente al brote del coronavirus, tildando al gobierno de la ciudad de Wuhan, epicentro del virus, de “hermético y egoísta” y consideró que los esfuerzos nacionales para atajar el contagio de ineficaces.
La expresión “el enfermo de Asia” se utilizó de forma despectiva a finales del siglo XIX y principios del XX para referirse a China, castigada entonces por divisiones internas y los intentos de colonización de las potencias occidentales, que la obligaron a firmar una serie de tratados para obtener concesiones comerciales.
Por ello, el diario informó que al jefe adjunto de la corresponsalía Josh Chin y el reportero Chao Deng, ambos de nacionalidad estadounidense, y el reportero Philip Wen, australiano, les habían dado cinco días para abandonar el país.
Washington aseguró que la medida anunciada este lunes, no obstante, no tiene nada que ver con la expulsión de los trabajadores del diario estadounidense y responde a la voluntad de equilibrar el número de periodistas en ambos países.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, afirmó que Beijing “ha impuesto medidas de vigilancia, acoso e intimidación cada vez más duras contra periodistas estadounidenses y de otros países extranjeros que trabajan en China”.
“Instamos al gobierno chino a cumplir inmediatamente sus compromisos internacionales de respeto de la libertad de expresión, incluyendo a los miembros de la prensa”, dijo Pompeo en un comunicado. “Nuestro objetivo es la reciprocidad. Como hemos hecho en otras áreas de la relación entre Estados Unidos y China, queremos alcanzar la tan esperada igualdad de condiciones”, agregó.
Al ser equiparados con misiones diplomáticas el mes pasado, esos grupos tendrán ahora que obtener la aprobación del Departamento de Estado para comprar propiedades en Estados Unidos y entregar listas de sus empleados, incluido el creciente número de estadounidenses que contratan. El Departamento exigió a esos medios que sigan las mismas reglas que embajadas y consulados porque están “controlados por el Gobierno chino”.
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