El papa Francisco iba a dejar este domingo el Vaticano acompañado por la plana mayor de la Santa Sede para participar en una semana de ejercicios espirituales cerca de Roma, un retiro que se repite cada año al inicio de la Cuaresma. Sin embargo, por prevención, decidió suspender su participación.
Fuentes del Vaticano informaron, de todas formas, que Francisco se encuentra muy bien de salud y de ánimo reponiéndose del resfrío que padece por haber participado el miércoles al aire libre en una misa. Esa actividad debía realizarse en el aula Paulo VI pero finalmente se llevó a cabo a la intemperie.
Desde la Santa Sede, además, descartaron las versiones de coronavirus o de una afección pulmonar más allá del resfrío. Es que su ausencia coincide con momentos de alarma en Italia por el brote, y luego de que besara cabezas y tocara rostros y manos de los fieles en la Plaza de San Pedro.
En Santa Marta, informaron, lo asiste provisoriamente Monseñor Fabián Pedacchio ya que su nuevo secretario personal, el sacerdote uruguayo Gonzalo Aemilius, todavía no tomó posesión de su cargo.
El retiro de Cuaresma al que el Papa no asistirá se celebra todos los años en Ariccia, un municipio 30 kilómetros que separan Roma. Se trata de una pequeña localidad entre los lagos Albano y Nemi, de poco más de 18.000 habitantes y que, asentada entre colinas y alejada de la bulliciosa capital italiana y de la concurrida Santa Sede, constituye un lugar propicio para la meditación. Este año el evento comenzará en la tarde de este domingo 1 de marzo y se prolongará hasta el viernes 6. Se desarrollará en la casa Divino Maestro de los padres palotinos y participarán los miembros de la Curia Romana.
El pontífice, que nunca había cancelado tantas audiencias oficiales o compromisos en sus siete años de papado, apareció por última vez en público durante la misa del Miércoles de Ceniza, el 26 de febrero, cuando fue visto tosiendo y sonándose la nariz. Al día siguiente canceló una misa en Roma con otros sacerdotes, y el viernes no acudió a una audiencia con los asistentes a una conferencia sobre inteligencia artificial.
El Vaticano no especificó oficialmente qué tipo de dolencia tiene Francisco ni cuánto tiempo permanecerá sin aparecer en público, dijo únicamente que padece una “ligera indisposición” y solo informó que sigue trabajando en su residencia en la Residencia Santa Marta.
La enfermedad de Francisco -un paciente considerado de riesgo por sus 83 años y por haber perdido parte de un pulmón a causa de una enfermedad respiratoria cuando era joven- coincide con un momento de alarma general en Italia por el brote de un coronavirus, que mató a 29 personas en el país e infectó a más de 1.000 personas, en su mayoría en el norte.
El jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli actualizó las cifras este sábado e indicó que, además, 50 personas ya se han curado en diversas regiones del país, que el 38 % de las personas enfermas están hospitalizadas y el 10 % en cuidados intensivos, mientras que el 52 % restante se recupera en aislamiento domiciliario. Un total de 1.700 efectivos de Protección Civil están trabajando en este momento en toda Italia, incluidos 800 voluntarios.
El funcionario también dijo que el país necesita mascarillas quirúrgicas y que confía en que puedan conseguirlas en las próximas horas.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: