El ex embajador de Irán en el Vaticano Seyyed Hadi Khosroshahi murió este jueves tras contraer coronavirus en el hospital Masih Daneshvari de Teherán. Los medios iraníes, que dieron a conocer la noticia junto a la agencia estatal IRNA, no especificaron sobre el estado de salud en que se encontraba.
Khosroshahi, de 81 años, ejerció varios cargos diplomáticos desde la década del ’80 y se encontraba ingresado en el centro de salud. Con su muerte, el número de víctimas fatales en Irán ascendió a 26, mientras hay unos 245 casos confirmados que ya están en cuarentena.
Por su parte, la vicepresidenta para Asuntos de la Mujer y de la Familia de Irán, Masumeh Ebtekar, está contagiada de coronavirus y permanece en cuarentena en su casa, sumándose así a otras autoridades que han contraído la enfermedad COVID-19.
La prueba del coronavirus dio positiva este jueves y fue realizada después de que Ebtekar presentase síntomas la víspera, cuando participó en la reunión del Consejo de Ministros, según su asesora de relaciones públicas, Fariba Ebtehaj.
La asesora, citada por la agencia oficial IRNA, informó de que a todo el equipo que suele acompañar a la vicepresidenta se le ha efectuado la prueba del coronavirus, aunque los resultados todavía no están disponibles.
Ebtekar es una destacada responsable iraní que anteriormente ocupó la vicepresidencia de Medio Ambiente. En su juventud, fue una de las portavoces de los estudiantes que asaltaron la embajada de Estados Unidos en Teherán en 1979 y tomaron como rehenes a 52 diplomáticos durante 444 días.
El coronavirus en Irán
El brote de coronavirus se expande en Irán, donde este jueves el Ministerio de Salud reportó la mayor subida hasta la fecha: 106 nuevos contagios, de los que siete han fallecido, elevando el cómputo global en el país a 26 muertos de un total de 245 casos.
Entre los contagiados figura también el viceministro de Salud, Iraj Harirchi, quien anunció la noticia en un video hace dos días, después de haber participado en una multitudinaria rueda de prensa.
Otros afectados son los diputados Moytaba Zolnur, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exteriores del Parlamento, y el reformista Mahmud Sadeqí.
Debido al aumento de los casos, las autoridades iraníes decidieron extender el cierre de las universidades a toda la próxima semana y la suspensión de todo tipo de eventos, desde deportivos a culturales y religiosos.
Las calles de Teherán están más vacías de lo habitual, al igual que los bazares, aunque numerosos ciudadanos no usan mascarillas, sea porque consideran que no son eficaces para prevenir la enfermedad o porque en muchas farmacias se han agotado.
Ante la propagación del virus, los países vecinos han cerrado sus fronteras terrestres con Irán y la mayoría de las aerolíneas han suspendido sus vuelos o impuesto restricciones.
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