Una mujer en Japón que contrajo el coronavirus y fue dada de alta del hospital después de recuperarse ha dado nuevamente positivo, dijeron las autoridades el jueves, lo que desata algunas alarmas en la comunidad científica por las características todavía no conocidas sobre la cepa Covid-19.
El caso es la primera vez que un paciente aparentemente libre del virus ha dado positivo posteriormente, dijo un funcionario local en Osaka. Reportes de casos similares circularon en China, pero sin profundizar detalles.
La mujer de 40 años fue confirmada por primera vez como infectada con el coronavirus el 29 de enero. Trabajaba como guía en un autobús turístico con visitantes de Wuhan, el epicentro del brote, en enero. Al conductor del autobús también se le diagnosticó el virus.
Después de ser dada de alta del hospital, dio negativo para el virus el 6 de febrero, aunque todavía tenía tos en ese momento. No tuvo ningún síntoma una semana después, pero volvió al médico el 21 de febrero quejándose de dolor de garganta y de pecho. El miércoles, dio positivo en el test de coronavirus por segunda vez, según las autoridades.
“Una vez que tienes la infección, podría permanecer inactiva y con síntomas mínimos, y luego puede exacerbarse cuando logra llegar a los pulmones”, explicó el profesor Philip Tierno, de la escuela de medicina de la Universidad de Nueva York, citado por The Guardian. Además, destacó que todavía hay mucho por conocer sobre esta cepa, y no descartó que sea bifásico, “como el ántrax”, lo que abriría la puerta a la aparición de los síntomas luego de una supuesta cura.
También se manifestó al respecto el reputado neumónologo Zhong Nanshan, jefe del equipo de expertos médicos de la Comisión Nacional de Salud de China. Según sostuvo, “si una persona se cura del COVID-19 es imposible que lo contraiga de nuevo”, pese a los reportes que muestran ese escenario. “Necesitamos tiempo para estudiar casos en los que podría haber ocurrido lo contrario. Hay que examinar a fondo esos casos. Si dan un segundo positivo han de volver al hospital”, indicó.
El panorama abre la posibilidad de que pacientes que recibieron el alta y puedan aún ser portadores del virus hayan retomado su rutina habitual y contagiado a otras personas, sin los controles recomendados por las autoridades.
Al menos 186 personas en Japón han contraído el virus hasta ahora, con cuatro muertes en el país relacionadas con el brote. El último caso fue el de un hombre de unos 80 años en el norte de Hokkaido que padecía enfermedades cardíacas y pulmonares, anunció el jueves el gobernador.
Muchas escuelas primarias y secundarias públicas en Hokkaido fueron cerradas ya que el gobernador Naomichi Suzuki ha pedido que las escuelas públicas estén cerradas por una semana.
La ciudad de Osaka también dijo que cerrará sus jardines de infancia, escuelas primarias y secundarias a partir del sábado durante dos semanas, según la emisora pública NHK.
Aparte de los casos domésticos, al menos 705 personas han sido diagnosticadas con el virus a bordo de un crucero que fue puesto en cuarentena frente a Japón, incluyendo pasajeros a los que se les permitió abandonar el barco después de dar negativo. Ha habido cuatro muertes relacionadas con el virus del barco.
El gobierno ha sido presionado para que no se involucre en el virus, pero el jueves el gobierno de la prefectura de Osaka dijo que ampliaría las pruebas de detección de pacientes a un grupo más amplio que el estipulado actualmente por las directrices centrales.
“Nos aseguraremos de que las personas que deben ser examinadas, se sometan a las pruebas, y evitaremos el peor de los casos evitando que estas personas desarrollen síntomas y condiciones graves”, dijo el gobernador de Osaka Hirofumi Yoshimura.
(Con información de AFP)
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