Turquía bombardeó la madrugada del viernes posiciones del régimen de Bashar al Assad en represalia a la muerte de 33 militares turcos en la región de Idlib, ubicada al noroeste de Siria, según confirmó la presidencia turca.
En una declaración publicada por la agencia de prensa estatal Anadolu, el director de la comunicación de la presidencia, Fahrettin Altun, exhortó a la comunidad internacional a “asumir sus responsabilidades” en Idlib.
Según las informaciones facilitadas por el diario turco ‘Daily Sabah’, los objetivos atacados se encuentran en las provincias de Alepo (norte), Hama (centro) y Latakia (oeste). Asimismo, el Ejército turco ha atacado con fuego de artillería objetivos militares sirios en líneas de frente en Idlib. El Ejército sirio no se ha pronunciado al respecto y por el momento no hay informaciones sobre bajas.
Altun destacó que “la sangre de los soldados héroes no será en vano” y adelantó que las operaciones militares en Siria “continuarán hasta romper las manos extendidas hacia nuestra bandera”.
Turquía elevó el viernes a 33 el número de soldados fallecidos en el ataque aéreo del gobierno de Damasco. Este es el mayor número de bajas sufridas por las fuerzas de Ankara en un único día desde su primera intervención en Siria en 2016.
El anterior informe registraba nueve soldados muertos.
Previo a este ataque, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan convocó a un consejo de seguridad extraordinario para abordar la situación en el noroeste de Siria.
Según ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), los muertos turcos en la zona serían en realidad 34.
Horas antes, el gobierno ruso de Vladimir Putin, que apoya a la dictadura siria, había acusado a Ankara de violar un acuerdo entre ambas partes en 2018 al proveer ayuda militar -en forma de fuego de artillería y el uso de drones- a los rebeldes que combaten las fuerzas del régimen.
La ofensiva de las tropas de Bashar al Assad, respaldadas por Rusia, ha provocado en un mes el éxodo de cerca de un millón de civiles, el mayor en tan poco tiempo desde el inicio de la guerra siria en marzo de 2011. La ONU, en tanto, advirtió que la situación humanitaria de los campos de refugiados es catastrófica.
Contacto con la OTAN y EEUU
Fuentes diplomáticas citadas por Anatolia revelaron que el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, mantuvo una conversación telefónica con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sin que hayan trascendido detalles. Asimismo, el portavoz de la Presidencia, Ibrahim Kalin, tuvo otra conversación telefónica con el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Robert O’Brien.
Luego de que los ataques tomaran estado público, Stoltenberg emitió un comunicado condenando la violencia y urgió a una desescalada.
Durante la tarde de este mismo jueves, el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, señaló que los resultados de las conversaciones con una delegación oficial rusa sobre la situación en Idlib serán anunciados “en cualquier momento”.
Akar también conversó con su homólogo estadounidense, Mark Esper, con quien intercambió puntos de vista sobre cómo resolver el conflicto en Idlib, tal y como ha señalado el Ministerio de Defensa turco.
Con información de AFP y Europa Press
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