La epidemia del coronavirus reducirá los ingresos del turismo mundial en al menos 22.000 millones de dólares correspondientes a los turistas chinos “que están dejando de viajar en estas semanas”, afirmó la presidenta del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) al diario español El Mundo.
“Hemos realizado un cálculo preliminar que estima que esta crisis costará al menos 22.000 millones de dólares al sector”, afirmó en la entrevista Gloria Guevara, presidenta del WTTC, en referencia a las consecuencias de la reducción de viajes por turismo por parte de los ciudadanos provenientes de China, país epicentro del brote y donde se han registrado la mayor cantidad de casos positivos y muertes (más de 78.000 y alrededor de 2.800, respectivamente).
“El cálculo está basado en la experiencia de crisis anteriores, como la del SARS o el H1N1, y toma como referencia las pérdidas derivadas de los turistas chinos que están dejando de viajar en estas semanas”, agregó.
La cifra, no obstante, representa el escenario más optimista contemplado por el estudio, publicado el 11 de febrero por el instituto Oxford Economics, y basado en la hipótesis de una caída del 7% de los viajes efectuados al extranjero por turistas chinos.
La pérdida global para el sector podría elevarse a 49.000 millones de dólares si la crisis dura tanto como la del SARS de 2003, y a 73.000 millones de dólares si se prolongara más, apunta el informe.
Las economías más afectadas serán las más dependientes del turismo procedente de China continental, tales como los territorios de Hong Kong y Macao, así como Tailandia, Camboya o Filipinas, detalla Oxford Economics.
La epidemia, descubierta en diciembre en la ciudad china de Wuhan, ha contaminado a unas 78.600 personas en el país asiático, y de momento murieron más de 2.700.
Desde hace unos días se ha propagado rápidamente a varias regiones del mundo, en particular Europa, y también América Latina, donde se registró un primer caso en Brasil.
El miércoles, la Organización Mundial del Turismo (OMT) pidió reducir al mínimo los impedimentos “inútiles” al tráfico y comercio internacionales que podrían derivarse de las medidas de lucha contra el virus. La agencia de la ONU con sede en Madrid dijo temer precisamente repercusiones negativas en el turismo.
Mientras, el brote se sigue expandiendo en todo el mundo. Ya afecta al menos a 50 países.
Según la casa de estudios Johns Hopkins, que realiza un mapa actualizado con los casos que declara cada nación, la lista (por orden de gravedad) incluye a China, Corea del Sur, Italia, Japón, Irán, Singapur, Hong Kong, Estados Unidos, Tailandia, Bahrein, Taiwán, Alemania, Kuwait, Australia, Malasia, Francia, Vietnam, España, Emiratos Árabes, Reino Unido, Canadá, Macao, Irak, Omán, Filipinas, Croacia, India, Israel, Líbano, Finlandia, Suecia, Rusia, Pakistán, Austria, Afganistán, Nepal, Camboya, Noruega, Argelia, Bélgica, Georgia, Dinamarca, Macedonia del Norte, Suiza, Brasil, Rumania, Estonia, Egipto, Grecia y Sri Lanka, además del famoso barco crucero que tiene cientos de casos y está en cuarentena en Yokohama, Japón.
Los gobiernos buscan tomar medidas más drásticas para frenar el avance de la cepa, que aunque no tiene una alta tasa de mortalidad, presenta dificultades para una temprana detección que ayude a frenar la propagación.
Con información de AFP
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