Dos militares turcos murieron este jueves y otros cinco resultaron heridos en un ataque aéreo del régimen sirio en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, indicó el ministerio de Defensa de Ankara.
El ataque es la última muestra de la peligrosa escalada de tensiones en la región de Idlib, el último bastión de los rebeldes levantados contra el régimen sirio de Bashar al Assad en 2011, y cuentan con el apoyo de Turquía.
“Dos de nuestros hermanos de armas cayeron como mártires y cinco fueron heridos en un ataque aéreo en la región de Idlib”, declaró el ministerio, añadiendo que Ankara había replicado con bombardeos.
Poco después, desde la oficina del presidente Recep Tayyip Erdogan aseguraron que los bombardeos fueron realizados por el régimen sirio, despejando dudas de que la aviación rusa, asiste a las tropas de Damasco, hubiera podido estar involucrada.
Turquía mantiene 12 puestos de observación en Idlib, en un intento de mantener a raya las acciones de Damasco en la región, a los que accedió tras una negociación con Rusia, principal aliado y protector del régimen sirio.
Pero desde que las tropas de Al Assad lanzaron hace un mes una ofensiva para recapturar la provincia, estos puestos de observación se encuentran bajo ataque y se han producido numerosos combates de baja intensidad
La ofensiva ha provocado el éxodo de 900.000 civiles que escaparon de los combates en dirección norte, hacia la frontera con Turquía, donde ya viven más de un millón de refugiados sirios desplazados por el conflicto que lleva ya ocho años y 380.000 muertos.
El miércoles Erdogan anunció que su propia ofensiva militar contra las tropas del régimen sirio era “inminente” en Idlib, pero Rusia lanzó una advertencia contra estas pretensiones.
“Lamentablemente, ni las conversaciones celebradas en nuestro país y en Rusia, ni las negociaciones sobre el terreno nos han permitido lograr el resultado que deseamos”, deploró Erdogan, quien en numerosas ocasiones ha manifestado su descontento con la realidad de los millones de refugiados sirios en territorio turco y su voluntad de devolverlos a Siria.
Mientras tanto el presidente francés, Emmanuel Macron, condenó este jueves “con la mayor firmeza” los “ataques militares lanzados por el régimen de Bashar al Assad” en Idlib, provincia del noroeste de Siria, donde se registra “uno de los peores dramas humanitarios”.
“Quiero condenar con la mayor firmeza los ataques militares lanzados por el régimen de Bashar al Assad contra la población civil de Idlib”, dijo Macron a su llegada a una cumbre de mandatarios europeos en Bruselas.
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