Autoridades sanitarias de la provincia china de Hubei anunciaron el viernes que se registraron otras 116 víctimas fatales por la epidemia de COVID-19, mientras los contagios ascendieron a 4.823, en su mayoría pacientes diagnosticados “clínicamente”, sin exámenes de laboratorio.
Así, el total de muertos en China por la epidemia conocida como coronavirus se elevó a 1.483. El jueves las mismas autoridades habían anunciado 242 muertos y más de 14.800 casos de contagio, después de modificar los criterios de conteo e incluir pacientes diagnosticados apenas con ayuda de radiografías de pulmón.
Más de 64.600 personas han sido infectadas en el país.
Los funcionarios de salud de Hubei dijeron que cambiaron la forma en la que contabilizan las infecciones, y comenzaron a contar los casos clínicamente diagnosticados para garantizar que los pacientes reciban tratamiento lo antes posible en lugar de tener que esperar a que se realicen pruebas de laboratorio para confirmar que tienen la enfermedad COVID-19.
Sin embargo, el cambio generó preocupaciones de que la crisis pueda ser más grave de lo que las autoridades chinas han informado. Estados Unidos, por caso, manifestó que se sentía defraudado por la falta de transparencia de China sobre la crisis del nuevo coronavirus, dijo el jueves un alto funcionario de la Casa Blanca.
“Estamos un poco decepcionados por no haber sido invitados y estamos un poco decepcionados por la falta de transparencia de los chinos”, dijo a reporteros Larry Kudlow, director del consejo de Economía del presidente Donald Trump.
La última semana Trump había elogiado a su contraparte chino Xi Jingping por la respuesta de su gobierno ante la irrupción de la epidemia, la cual oficialmente ha provocado la muerte de 1.367 personas y 60.000 se han infectado. Pero Kudlow dijo que aumentan las preguntas sin respuesta y que no había señales sobre la cooperación prometida.
“El presidente Xi aseguró al presidente Trump que China estaban en eso y que habría apertura, que aceptarían nuestra ayuda”, agregó. “Estamos más que dispuestos para trabajar en esto con la ONU (y) la OMS y no nos dejan. No sé cuales son sus motivos. Sé que aparentemente más y más personas están sufriendo allá”.
Kudlow adelantó el impacto económico de la epidemia sería “bastante mínimo” en Estados Unidos, pero dijo que los temores sobre el nuevo coronavirus están creando “incertidumbre”. “Si no tenemos buena información fuera de China, es muy difícil para nosotros hacer una evaluación decente”, añadió.
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